Leandro comenzó su trayectoria en la Usach en 2011, al ingresar a la carrera de Tecnólogo en Telecomunicaciones. Desde un principio, mostró un fuerte interés por la tecnología y el emprendimiento, lo que lo llevó a involucrarse activamente en proyectos universitarios y a formar parte del Centro de Estudiantes de su carrera. "Pasé mucho tiempo en el laboratorio de redes, lo que motivó mi vínculo entre tecnología y emprendimiento", recuerda. Estas experiencias no solo ampliaron su perspectiva, sino que también le permitieron identificar su pasión por la creación de valor a través de la tecnología.
Durante sus años en la universidad, Leandro participó en varios proyectos destinados a vincular la tecnología con la educación. Entre ellos, destaca el proyecto Esperanza Digital, enfocado en jóvenes en situación de vulnerabilidad, y talleres de enseñanza de energía solar para estudiantes de enseñanza media. “Desde el pregrado, siempre tuve claro que quería estar vinculado a la creación de valor y al negocio a través de la tecnología”, afirma.
Tras finalizar su carrera en Telecomunicaciones, Leandro decidió seguir especializándose en la Usach, esta vez en Ingeniería de Ejecución en Electricidad. Fue en esta etapa cuando comenzó a interesarse por los sistemas fotovoltaicos y a investigar los problemas que estos presentaban, lo que lo llevó a considerar la posibilidad de emprender en el campo de la energía solar. “La motivación vino al observar problemas tangibles en diferentes áreas, como el acceso a telecomunicaciones en zonas rurales y problemas en el sector eléctrico. Esto me llevó a pensar en soluciones concretas”, explica.
El interés de Leandro por la energía solar se fortaleció durante la realización de su tesis, donde identificó los desafíos que enfrentan los paneles fotovoltaicos, como el ensuciamiento que afecta su eficiencia. "Chile ha desarrollado históricamente su energía eléctrica mediante combustibles fósiles, pero los paneles fotovoltaicos representan una solución para producir energía limpia y dar acceso a la electricidad, algo que me motivó a aportar en este ámbito", señala.
Fue entonces cuando decidió postular al Fondo de Valorización de la Investigación Universitaria (VIU) de Conicyt actual ANID (Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo), un concurso que le permitió avanzar en su investigación y desarrollar un prototipo inicial. Fue el primer paso, en este viaje por el mundo del emprendimiento. Pero el punto de quiebre llegaría muy pronto, cuando conoce la existencia del Concurso Despega Usach, iniciativa que venía desde hace un par de año apoyando ideas y proyectos de emprendimiento de estudiantes de pre y postgrado de la Universidad de Santiago.
Convirtiendo la idea en realidad
Al enterarse del concurso Despega Usach, Leandro decidió intentarlo, a pesar de sus dudas iniciales sobre sus posibilidades de éxito. "Al principio, pensé que era imposible ganar porque había muchos postulantes y yo no tenía tanto conocimiento, pero decidí intentarlo", cuenta. El apoyo de la universidad, a través de talleres y mentorías, fue clave para que Leandro pudiera convertir su idea en una realidad.
Su esfuerzo y determinación dieron frutos, y en 2017 fue uno de los ganadores del concurso. Gracias a esto, fundó Cero Polvo SPA, una empresa dedicada a la instalación y mantenimiento de sistemas fotovoltaicos, que trabaja con plantas de gran escala y ofrece soluciones innovadoras para el mantenimiento de paneles solares, utilizando tecnologías robóticas. Además, su empresa también presta servicios en zonas rurales sin acceso a energía, contribuyendo así a la reducción de la brecha energética en el país.
"Chile ha definido una política energética con miras al 2050, buscando alcanzar ser carbono neutral y reducir el uso de combustibles fósiles. La energía fotovoltaica es clave en este proceso, y aunque actualmente hay 20 millones de paneles instalados, esto es solo el comienzo", comenta Leandro, quien ve un gran potencial de crecimiento en este sector, especialmente en el ámbito residencial.
Actualmente, Cero Polvo es un equipo conformado por tres personas responsables de las áreas financiera, operativa y de marketing. Además, cuentan con un equipo de seis técnicos que trabajan en terreno. Su enfoque ya no se limita a grandes plantas; ahora también participan en proyectos de sistemas fotovoltaicos tanto a nivel residencial como industrial. En el ámbito industrial, se especializan en el segmento de plantas PMGD (Pequeños Medios de Generación Distribuida), con capacidades que van desde tres hasta nueve megavatios, y están activos en la zona comprendida entre la cuarta y la octava región. Hoy en día, la empresa ha logrado superar los trescientos millones de pesos en facturación anual.
A los emprendedores que están comenzando y desean postular a programas como Despega Usach, Leandro les aconseja: “Superen el miedo y atrévanse a postular. Aunque no sean ganadores, recibirán apoyo y mentoría que les ayudará a avanzar en sus proyectos. Es una oportunidad para aprender y crecer, y quién sabe, puede ser el comienzo de algo grande”.