Recientemente la Autopista Vespucio Norte (AVN) puso en marcha el segundo ramal del enlace Vespucio-Ruta 68, que permitirá un mejor desplazamiento de los vehículos entre el sector norponiente de Santiago, el Aeropuerto Internacional y la ciudad puerto de Valparaíso.
Este cruce de última generación tipo “molino”, que dejó atrás al antiguo trébol de conexión, es utilizado en países como Estados Unidos y China, y entre sus virtudes se puede mencionar la mayor capacidad al contar con más pistas de circulación para las conexiones entre ambas autopistas.
El académico del Departamento de Ingeniería Geoespacial y Ambiental de nuestra Universidad, Daniel Arancibia Herrera, hizo referencia sobre esta nueva infraestructura vial urbana, remarcando sus rendimientos y utilidades.
“La gran ventaja es que, al ser una autopista de tres niveles tipo molino, se tiene más capacidad que en los enlaces de modalidad trébol. Además, todas estas conexiones son de dos pistas, por lo que existe más seguridad ante delitos como las encerronas, muy asiduas en el anterior diseño, lo que representa un gran beneficio para la comunidad en general”, aseguró el experto.
A la espera de la absoluta habilitación del enlace y los empalmes de la Salida 20, se progresa en el desarrollo de cuatro pistas por sentido de la autopista, entre el sector Los Mares y Claudio Arrau, alcanzando más de un 80% del avance total de la obra con una inversión que supera los US$ 91 millones.
“Pese a todo, hay que considerar la calidad y precisión de las señaléticas de los enlaces, que deben ser de alto estándar para que la gente no cometa mayores errores, como, por ejemplo, pasar de largo en alguna salida. En tal sentido, lo bueno de este nuevo equipamiento, es que se complementa con obras de apoyo, como el retorno en la estación de servicios y el paso sobre nivel en calle Serrano”, aseguró el experto.
En definitiva, este nuevo enlace genera mayor seguridad para los usuarios, tanto a nivel vial como ante posibles eventos delictuales, además del beneficio que significa disminuir los tiempos de viaje y el costo de ellos, mejorando el flujo vial de una obra que está a un paso de su habilitación total programada para el mes de noviembre de 2025.