Con el objetivo de fortalecer las competencias y habilidades sociales, emocionales y cognitivas que permiten la resignificación de su experiencia educativa y la prevención del abandono escolar, el programa Tutorías Pedagógicas, desarrollado por el Ministerio de Educación e implementado por la Universidad de Santiago de Chile, finalizó su implementación correspondiente al año 2022.
El programa, trabaja con estudiantes de entre 10 y 18 años, que se encuentran en riesgo de abandono escolar, provenientes de residencias familiares del Servicio Mejor Niñez y, además, de estudiantes de la Región Metropolitana y del Biobío, que pueden ver interrumpida su trayectoria escolar.
En este espacio de la educación, destacadas/os investigadores de la Escuela de Psicología de la Facultad de Humanidades de nuestro Plantel, junto a un equipo de coordinadores y tutores pedagógicos, gestionaron diagnósticos en 25 establecimientos educacionales para evaluar el estado de habilidades sociales, emocionales, cognitivas y metacognitivas. Posteriormente, elaboraron planes de acompañamientos pedagógicos que sirvieron como ruta de trabajo para la implementación de estrategias conjuntas con las comunidades.
Para saber un poco más de esta iniciativa entre nuestra Casa de Estudios y el Mineduc, conversamos con la directora nacional Usach del proyecto, Dra. María Soledad Loyola Fuentes.
¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar con estudiantes en situación de vulnerabilidad?
-Trabajar con la vulnerabilidad siempre es un gran desafío, sobre todo en los establecimientos escolares, porque existen muchas variables que intervienen en esta vulnerabilidad. Cuando uno piensa en este concepto, cree que se refiere a un tipo en específico de estudiante, pero en este caso son menores que están en una vulnerabilidad extrema, que han sido sacados de sus hogares y atendidos en residenciales familiares del programa Mejor Niñez. Son niñas y niños que han sido transgredidos en sus derechos y presentan vulneraciones multidimensionales, por lo que es un doble desafío. Atender a la diversidad de niños, niñas y adolescentes por una parte, y por otro a la diversidad de establecimientos educacionales es un doble desafío.
-¿Cuál ha sido la respuesta de las y los estudiantes frente a este programa?
-En este contexto, durante el año 2022 se trabajó con 346 estudiantes, de los cuales 271 finalizaron satisfactoriamente, desarrollando un total de 2.764 sesiones de tutorías pedagógicas. Podemos decir que en su gran mayoría los estudiantes se sintieron muy acogidos porque este programa atiende a la individualidad de ellos y ellas; se establece un vínculo entre el tutor pedagógico de reconocimiento y valoración. Lamentablemente, son niñas, niños y adolescentes que tienen historias de vulneración, por lo que hay una resistencia hacia lo establecido, y lo normado, como podría ser el sistema de educación. Esta resistencia se vuelve un obstáculo al momento de trabajar con ellas y ellos. Finalmente, este programa es un puente entre la continuación de la trayectoria escolar y los establecimientos escolares.
-¿Cómo la Facultad de Humanidades y la Escuela de Psicología Usach advierte el tema de la permanencia escolar como política educativa?
-El tema de permanencia escolar y de sus consecuencias es un asunto recurrente de investigación para las pedagogías, humanidades y psicología educacional particularmente. Permitir que las y los estudiantes sigan una trayectoria escolar dentro de lo esperable y que no abandonen el sistema escolar significará que todos estos niños, niñas y jóvenes van a tener un mejor futuro. En la medida que alcancen mayores niveles de escolarización van a lograr metas personales y profesionales muy distintas a las que tendrían si abandonaran el sistema. Por otro lado, desde la Facultad de Humanidades y la Escuela de Psicología, es uno más de los aportes que debemos hacer para la sociedad y sobre todo un compromiso que tenemos con las niñas y niños de nuestro país.
-¿Cuáles son las proyecciones del programa para el 2023?
-Durante el 2022 el programa se inició en abril y el cierre del informe y la evaluación final fueron entregadas en diciembre. Este es el segundo periodo que la Usach está a cargo de esta iniciativa de carácter anual. Hasta el momento había sido solo un proyecto piloto realizado en comunas de la Región Metropolitana y el Biobío. Para este 2023 se espera que se pueda masificar en otras regiones. Este es un programa que cuenta con fondos del Ministerio de Educación y en el que las universidades deben concursar para hacerse cargo de estos proyectos vía licitación. En estos momentos nos encontramos en período de cierre administrativo y evaluación del proyecto 2022, por lo que esperamos continuar con este importante trabajo de la educación en Chile durante 2023, por supuesto siempre con la férrea voluntad de mejorar los procesos administrativos y de implementación que muchas veces dificultan el trabajo directo con las y los estudiantes.
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La iniciativa que inició en 2020, pasó a depender de la Facultad de Humanidades desde el año pasado, promoviendo la vinculación de las y los estudiantes con sus procesos escolares y las comunidades educativas, aportando a la retroalimentación con los profesores jefes y directivos sobre temáticas relacionadas con el fortalecimiento de redes para la permanencia escolar.
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