Entre las disposiciones de la nueva norma, la SEC hace referencia a una investigación que fue llevada a cabo por el académico del Departamento de Contabilidad y Auditoría, Dr. Juan Castillo Bustamante. El título de la investigación “¿Hablar del cambio climático afecta al valor de la empresa? Evidencia del Acuerdo de París” (originalmente en inglés “Does Talking the Climate Change Talk Affect Firm Value Evidence from the Paris Agreement”) es citado en la página 640, nota al pie 2721 de la normativa.
En este estudio el Dr. Castillo y sus colegas estudian el impacto que tienen las revelaciones medioambientales de carácter voluntario en el valor de la empresa. El acceso público a este artículo de investigación se puede realizar en el siguiente link: https://dx.doi.org/10.2139/ssrn.4411193
El académico ha continuado ahondando en el impacto que tienen las revelaciones medioambientales voluntarias en las operaciones reales de las empresas en su tesis doctoral titulada "El Efecto de Propagación de las Revelaciones Medioambientales: Evidencia de los Compromisos de Cero Emisiones Netas de Clientes", la que defendió con éxito en abril del presente año en la Escuela de Negocios de la Universidad de Maryland, Estados Unidos.
En la investigación que fue citada por la SEC, el Dr. Castillo junto a colegas de la Universidad de Maryland y la Universidad de la ciudad de Nueva York (CUNY por sus siglas en inglés), analizaron el comportamiento de aquellas empresas que voluntariamente divulgan información medioambiental en sus presentaciones de resultados trimestrales.
La idea, señala el Dr. Castillo, fue preguntarse si estas revelaciones voluntarias sirven para proteger el valor de la empresa ante shocks de regulación medioambiental que puedan conllevar aumentos significativos en los costos. “Nos dimos cuenta que las compañías que hablan acerca del medio ambiente generan una suerte de ‘escudo’ que protege su valor ante shocks regulatorios. El mercado parece interpretar que estas empresas están mejores preparadas. Entregar revelaciones medioambientales de manera voluntaria les permite proyectar una imagen de ser mejores que el resto”, explica.
En resumen, agrega, esta práctica demostraría un mayor compromiso y responsabilidad medioambiental por parte de las empresas, lo cual a la vez les ayudaría a posicionarse como empresas mejor preparadas para enfrentar los desafíos climáticos.
La norma de la SEC, que comenzaría a regir el 2025 en el país anglosajón, ha suscitado diversos debates en el ámbito político - financiero y hoy se encuentra detenida por un proceso de litigación, ya que diversos grupos políticos y empresariales argumentan que, entre otros, la SEC no tiene la jurisdicción legal para emitir esta normativa, ya que los reportes medioambientales no se encontrarían dentro del alcance de las regulaciones financieras de su competencia. No obstante, grupos ambientalistas respaldan esta iniciativa considerando que es un paso crucial hacia la transparencia y la responsabilidad empresarial en materia medioambiental.