Con el propósito de avanzar hacia una educación continua acorde a los nuevos tiempos, que contribuya al desarrollo personal y profesional de las personas y mejorar las formas de gestión para nuestra comunidad universitaria, el Departamento de Educación Continua (VIME) ha concluido el proceso de diagnóstico con Facultades y Vicerrectorías para la Actualización del Reglamento General de Educación Continua N°5175, vigente desde 2018.
En el desarrollo de tal objetivo, se generó un plan de actualización que constó de cuatro espacios de recolección de información: Reunión con facultades, vicerrectorías, unidades académicas y centros de investigación.
Durante este periodo de diagnóstico, el Departamento de Educación Continua organizó reuniones presenciales y virtuales con cada una de las facultades de nuestra universidad, así como con la Vicerrectoría de Investigación, Innovación y Creación, la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio y el Instituto de Estudios Avanzados. Además, se realizaron encuestas a la comunidad universitaria y Consejo de Educación Continua donde participaron 103 personas (96 comunidad en general y 7 consejeras y consejeros).
En total, se contó con la participación de 66 asistentes a las reuniones de diagnóstico, entre autoridades, funcionarios y académicos, lo que permitió recolectar información y experiencias, además de conocer las expectativas sobre:
-Dirección / Codirección de programas
-Articulación de programas de educación continua
-Simplificación de procesos administrativos
-Modalidad y tipos de programas (Horas, formatos virtuales actuales)
-Procesos de acreditación
-Dificultad en el proceso de matrícula y certificación
-Estrategias de difusión
-Normativa que regule lo relacionado a estudiantes
-Evaluación de los programas (antes, durante y después de su ejecución)
-Segmento de aspectos financieros de los programas
-Diseño curricular
-Regulación de la competencia interna
Daniel Maureira, diseñador instruccional y coordinador de Educación Continua del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) destacó la importancia de esta actualización para mejorar los procesos de enseñanza aprendizaje. “Ayuda a institucionalizar los cambios que el mercado laboral y los avances tecnológicos demandan en los procesos educativos”, destacó. “Esperamos que impacte positivamente en la agilización de procesos, creación e impartición de nuevos programas, considerando las distintas realidades de las unidades académicas y relevando la práctica de la educación continua en la universidad como procesos en constante cambio de acuerdo con las nuevas necesidades que la sociedad demanda”, agregó.
Los pasos siguientes incluyen un espacio de trabajo multidisciplinario entre las distintas unidades que desarrollan educación continua y espacios de análisis de la información recogida por el Departamento de Educación Continua para luego redactar el borrador de la normativa.
María José Jaque, directora del Departamento de Educación Continua, destacó la importancia de la participación de todas las unidades. “La colaboración y el compromiso de las facultades, vicerrectorías y demás unidades han sido fundamentales para este proceso de diagnóstico. Su valiosa retroalimentación nos permitirá actualizar la normativa de manera que se ajuste mejor a las necesidades y desafíos actuales de nuestra comunidad universitaria y de la sociedad, proyectando una educación continua en consonancia con los tiempos actuales y más flexible para el futuro, con altos estándares de calidad”, señaló.
Este esfuerzo conjunto y participativo es un paso crucial hacia la actualización y mejora de las normativas que rigen el área de educación continua en nuestra universidad, asegurando así una gestión más eficiente y alineada con las necesidades actuales de nuestra comunidad universitaria y la sociedad en general.