Con la charla de inspiración “Las grandes ideas tiene un punto de partida”, el Centro de Innovación de la Facultad de Ingeniería, realizó el lanzamiento de su programa de emprendimiento, Vector Inicia 2022. La actividad se desarrolló en el Salón de Honor de nuestra Universidad y contó con la participación de la comunidad estudiantil interesada en ser parte de esta nueva iniciativa de preincubación de emprendimiento.
En una jornada marcada por la camaradería y la innovación, el decano de la Facultad de Ingeniería, y también director del Centro de Innovación, Dr. Cristian Vargas, recibió a los participantes de la jornada, invitándolos a ser parte de una nueva versión de esta iniciativa que tiene dentro de sus objetivos convocar las mentes creativas de la Universidad de Santiago, en torno al desarrollo y potenciamiento de ideas innovadoras que buscan crear soluciones reales, acordes a las necesidades de nuestra sociedad, en base a la ciencia y la tecnología.
Para la autoridad, el programa se ha consolidado dentro del ecosistema universitario y es una gran fuente de apoyo para las y los estudiantes. “Vector Inicia poco a poco se ha ido transformando en el semillero de emprendimientos de la Usach, y es desde acá es donde buscamos impulsar y acompañar a los distintos agentes de cambio que se gestan al interior de nuestra Casa de Estudios. Nosotros estamos a disposición de nuestra comunidad estudiantil y es parte de nuestro objetivo, ayudarlos y guiarlos en la consecución de sus sueños”, expresó el Dr.Vargas.
Por su parte, el coordinador de emprendimiento del Centro de Innovación, Walter Valdés, desarrolló una presentación que englobó los sistemas de apoyo en innovación, trasferencia tecnológica, emprendimiento y prototipado con los que cuenta el Centro, y comentó en detalle, las nuevas implicancias que trae Vector Inicia 2022, el cual comenzó ayer miércoles con sus talleres de acompañamiento.
“Este año seleccionaremos a los cinco equipos más destacados del programa para que puedan desarrollar junto al Centro de Innovación el proceso de prototipado de su idea. Además, quien resulte ganador o ganadora de esta convocatoria, tendrá como gran recompensa el pasar directamente a la final del concurso de emprendimiento de nuestra universidad, Despega Usach”, anunció Valdés.
Ya en lo que fue la charla principal, y con el objetivo de acercar las experiencias de quienes han logrado desarrollar una carrera en el ecosistema de innovación y emprendimiento nacional, plasmando sus ideas más ambiciosas que hablan acerca el desarrollo productivo y social de la comunidad de una manera sustentable y responsable con el medioambiente, Julien Hanna, cofundador de la startup Qactus, relató su camino en el emprendimiento y compartió su experiencia con su empresa, iniciativa que se dedica a transformar residuos de plásticos en productos comercializables, utilizando la impresión 3D, como principal tecnología.
Historia de emprendimiento
Para Julien, su camino en el emprendimiento, partió cuando estaba en la Universidad. Aquí junto a su grupo de compañeros (algunos actuales socios de Qactus), comenzó a desarrollar una iniciativa de fabricación de cervezas artesanales, utilizando así los conocimientos generados en su carrera de biotecnología. Sin embargo, producto de los propios estudios, tuvo que dejar de lado la empresa para abocarse de lleno a lo que sería su tesis.
Este acontecimiento, en vez de acortarle su proceso en el emprendimiento, no hizo más que enseñarle una nueva oportunidad en el desarrollo de soluciones que estuviesen acorde a las necesidades que presenta la sociedad y el ecosistema, y fue en su propia actividad al interior de los laboratorios, en donde desarrollaba su tesis, donde detectó un tremendo problema en el uso de los plásticos y en los desechos que estos generan.
“Percibiendo esta situación, decidimos con nuestros amigos hacer algo al respecto, y es así como empezamos a investigar sobre el impacto que los desechos de plásticos dejan a nivel global, viendo que la situación que vivíamos en el laboratorio, era solo la punta del iceberg. De esta manera, llegamos a un movimiento que se llama “precious plastic” donde proponen la confección de máquinas de fácil armado para procesar plásticos y utilizarlos como productos. Estos planos, eran liberados en Internet, por lo que hicimos nuestra propia trituradora de plásticos”, comentó Hana.
Dentro de las funcionalidades de estas máquinas, se podían realizar filamentos para impresoras 3D desde plástico reciclado; esto llamó completamente la atención de los jóvenes emprendedores, quienes desde se momento, comenzaron a dar forma a lo que sería su actual iniciativa, Qactus. “Nosotros trabajamos en base a un ciclo de economía circular muy bueno, en donde integramos nuevas tecnologías que no son las tradicionales y en donde se puede agregar valor de forma muy sustancial”.
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En la ocasión Julien Hanna, cofundador de la startup Qactus, relató su camino en el emprendimiento y compartió su experiencia en Qactus, empresa que se dedica a transformar residuos de plásticos en productos comercializables, utilizando la impresión 3D, como principal tecnología.
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