El Concurso Nacional de Proyectos Fondecyt de Iniciación está orientado a financiar proyectos de investigadores chilenos o extranjeros que hayan obtenido su grado académico de doctorado hasta seis años desde el cierre de la convocatoria.Este instrumento se creó en 2006, con el propósito de contribuir a la incorporación de investigadores jóvenes a la actividad científico-tecnológica nacional, mediante el financiamiento de proyectos de dos a tres años de duración.Este año, postularon 1.172 iniciativas en todas las áreas del conocimiento, de las que fueron seleccionadas 331 por los Consejos Superiores del programa para su financiamiento, lo que representa una tasa de adjudicación del 28,8%.Dentro de ellos, se encuentran dos académicos de la Facultad de Administración y Economía de la U. de Santiago: el Dr. Raúl Berríos, PhD en Psicología en la Universidad de Sheffield (UK), perteneciente al Departamento de Administración y Dr. Federico Droller, PhD in Economics en Brown University (USA), del Departamento de Economía.Para el Dr. Raúl Berríos, este proyecto, en primer lugar, contribuye a desarrollar conocimiento actualizado en Chile sobre cómo las personas manejan las múltiples demandas del mundo laboral y logran (o no) generar un trabajo con más sentido y productivo. “En términos académicos, este proyecto reafirma el compromiso de nuestra facultad con la investigación. La adjudicación de este proyecto ocurre gracias a un entorno académico que promueve la indagación científica. Asimismo, como investigador, me permite disponer de recursos para contribuir al desarrollo de conocimiento novedoso en el área del comportamiento organizacional, el cual podrá ser en el corto o mediano plazo transferido a nuestros estudiantes”, explicó Berríos.Por su parte, el Dr. Federico Droller, indicó que los proyectos Fondecyt son fondos para los cuales concursan los mejores investigadores de Chile. “El proceso es altamente competitivo. Haber ganado el concurso muestra la calidad de la investigación que he propuesto. El fondo posibilita continuar con la investigación, en la medida que facilita tener ayudantes de investigación, adquirir bienes de capital, y realizar viajes de cooperación internacional”, puntualizó Droller.Las investigacionesEl número del proyecto del doctor Berríos es el 11171158, y busca examinar cómo las personas forman objetivos o metas en el trabajo y cómo eso puede afectar la proactividad en el trabajo. “En particular, estoy interesado en comprender cómo el conflicto de objetivos o metas en el trabajo (o su ausencia) puede generar una serie de experiencias emocionales, tales como aburrimiento, frustración o decepción, entre otras, y pueden influir en la probabilidad de que las personas cumplan lo que prometen o terminen desviándose de las metas que se propusieron. En último término, esta investigación intenta comprender mejor, cómo un el trabajo se transforma en una experiencia que merece esfuerzo o dedicación, o termina siendo simplemente un modo de subsistir”, afirma el académico.El trabajo de Berríos, intenta determinar si las personas en el mundo del trabajo no sólo se esfuerzan esperando recibir una compensación, si no que los/as trabajadores/as son también individuos que buscan activamente que lo que hacen tenga un sentido o propósito.Las personas intentan hacer sentido de las múltiples demandas en el trabajo así como aquellas en su vida personal. “Por ejemplo, la mujer trabajadora que recibe un mal sueldo y un mal trato, encuentra sentido en lo que hace y vive en el trabajo en sus expectativas de sacar a sus hijos/as adelante; la mujer ejecutiva en una empresa hace sentido de su decisión de postergar la maternidad a través de su esmero en convertirse en la primera CEO - mujer- de la compañía”, indica Berríos, agregando que hay momentos, sin embargo, en donde los objetivos o metas que las personas se proponen entran en conflicto entre sí. Estos conflictos ocurren ya sea porque múltiples demandas de trabajo compiten por el tiempo o los recursos de los que disponen las personas o bien porque las demandas del trabajo no se ajustan a las expectativas personales.“El objetivo de esta investigación es doble. Por una lado, busca explorar la relación entre conflicto de metas, sentido en el trabajo y proactividad. En segundo lugar, se espera comenzar a desarrollar un modelo que clarifique el proceso a través del cual las personas manejan múltiples objetivos o demandas en el trabajo y regulan su conducta para mantenerse enfocados en sus objetivos”, finaliza.Por su parte, el proyecto número 11170498, del Dr. Federico Droller, denominado “Patterns of Agricultural Production and Long-run Development in Argentina's Fertile Plains”, investiga el efecto de la especialización en un bien primario en el desarrollo de largo plazo. Se compara la especialización en agricultura versus ganadería a principios del siglo XX y se contrasta el desarrollo de las regiones cerca de cien años después.“Usando variación exógena en la producción agrícola, producto de diferencias en la calidad de la tierra y condiciones climáticas, encontramos un efecto negativo de especializarse en ganadería. Evaluamos cuatro potenciales canales para explicar este efecto negativo: la performance relativa de agricultura y ganadería; los eslabonamientos aguas arriba y abajo característicos de cada producto; el efecto de la concentración de la tierra (mayor en actividades ganaderas); y el efecto de la densidad poblacional y la inmigración que están asociados a cada actividad”, finaliza el académico del Departamento de Economía de la FAE.
Más en Usach al Día
Se trata del Dr. Raúl Berríos, del Departamento de Administración, y del Dr. Federico Droller, del Departamento de Economía (en la fotografía), quienes obtuvieron por parte del Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico, dos fondos para jóvenes investigadores que tengan proyectos de investigación de dos a tres años de duración. El proyecto del Dr. Berríos busca examinar cómo las personas forman metas en el trabajo y de qué manera eso puede afectar la proactividad. Por su parte, el estudio del Dr. Droller compara la especialización en agricultura con ganadería a principios del siglo XX y contrasta el desarrollo de las regiones cerca de cien años después.
Redacción