Tres estudiantes de la Universidad de Santiago de Chile participaron del curso de Líderes en Innovación impartido por la Royal Academy of Engineering de Londres. Entre el 28 de noviembre y 9 de diciembre fueron capacitados en temáticas como propiedad intelectual, establecimiento de redes, comercialización de resultados, modelos de negocios, estrategias innovadoras, entre otras temáticas, junto a otros 12 alumnos de universidades chilenas que fueron ganadores de la última versión del concurso de Valorización de la Investigación en la Universidad, VIU de Fondef.La capacitación estuvo a cargo de expertos de la Universidad de Oxford y Cambridge, además de importantes emprendedores con larga trayectoria en consultoría. Este programa al que pudieron acceder los estudiantes es impartido por la Academia como parte del Fondo Newton del Reino Unido, que, a través de una serie de iniciativas en materia de ciencia e innovación, apoya el desarrollo económico y el bienestar social de países en desarrollo como Chile.Trabajando para llegar al mercadoJosé Ignacio Cárdenas, quien también fue uno de los cinco ganadores de la segunda versión del Concurso Despega Usach con su proyecto Homexam, aplicación para Smartphone que permite visualizar el estado cardíaco del feto y de la madre, mejorando el seguimiento de enfermedades gestacionales en tiempo real, señaló sentirse muy satisfecho con el conocimiento adquirido y planteó que esta experiencia le sirvió para aprender estrategias para llevar su innovación al mercado chileno e internacional.Cada año, en el mundo, aproximadamente 300.000 mujeres mueren durante el parto y 6 millones de ellas terminan dañadas o contraen algún tipo de infección durante este proceso, lo que podría estar inducido por aspectos como la obesidad, sobrepeso y edad al momento de procrear, en su proyecto VIU Cárdenas trata de entregar una solución a esta problemática a través de “Clinic Hub”, una plataforma nube, en donde médicos, instituciones de emergencias e incluso la propia familia, pueden monitorear en tiempo real el estado del embarazo de una paciente gracias a la tecnología emergente. De esta manera, les permite tomar mejores decisiones durante el embarazo y en la hora del parto.Esta propuesta en su paso por la Royal Academy of Engineering le permitió obtener el tercer lugar de la exposición final, instancia donde volcó todo el conocimiento adquirido durante los 15 días de trabajo.Por su parte, Cristian Ayala Chaparro, Ingeniero Físico, destacó el alto nivel del curso, comentando que “lo aprendido sobre liderazgo y grupo de trabajo, en el cual se da importancia en conservar una buena interacción entre los miembros del equipo, ya que cambia todo el esquema que actualmente utilizan varias empresas, valiéndose de la competencia entre los pares”.En este sentido, la capacitación le mostró el camino que debe recorrer una investigación científica para convertirse en un negocio sustentable que permita la continuidad en el tiempo. Además, según pudo observar no existen tantas diferencias en la calidad profesional entre los chilenos e ingleses.El proyecto de Ayala pretende aportar en la medición de contaminación del aire por gases como el óxido de nitrógeno (NOx). A través del uso de carbono negro pretende determinar la fuente de emisión ya sea por tráfico vehicular (diésel) o leña (biomasa). “La idea es crear un dispositivo que capture el aire y luego lo analice para tener un monitoreo continuo de los parámetros comparable con alguna normativa regida por el gobierno”, comentó.El tercer representante fue Héctor Cid Silva, estudiante de postgrado y candidato a Doctor en Biotecnología, quien expresó que esta oportunidad le permitió entender mejor su mercado objetivo, la valorización de la tecnología que desarrollada y a qué tipo de inversiones pueden postular.“Tuve un grado de formación en formulación y evaluación de proyectos en el doctorado, pero a un nivel mucho más teórico y no tan dirigido a la búsqueda directa de inversionistas de todo tipo, por lo cual el poder aprender los lenguajes relacionados a los proyectos, la innovación y los diferentes canales de financiación a escala global abre mucho las perspectivas. Además, el recibir la formación de los profesores de la Universidad de Oxford especialistas en transferencia tecnológica y negocios relacionados al emprendimiento, me ha permitido adquirir un lenguaje de negocios a nivel bilingüe”, detalló Cid.Estos conocimientos le permitirán seguir adelante con "Phycoclean", una tecnología desarrollada a partir de macroalgas chilenas, como el cochayuyo, la cual se emplea en un proceso de tratamiento para aguas contaminadas con metales generadas por la minería, para luego poder utilizar el agua para el reproceso industrial, o bien su descarga al medio ambiente según las normativas ambientales, y a su vez, recuperar cobre y otros metales que se pierden en los procesos de refinamiento de los minerales. Esta tecnología verde se desarrolló en el laboratorio de la Dra. Claudia Ortiz, de la Facultad de Química y Biología, y cuenta con una solicitud de patente en curso.Perfil emprendedorLos estudiantes, además, realizaron un llamado a sus pares de esta Casa de Estudios para que aprovechen los diferentes espacios que brinda la Universidad para potenciar estas habilidades y convertir su trabajo de tesis en una oportunidad.“Que la tesis no sea un trámite más, que aprendan a disfrutarla para aprender y realizar proyectos de vida con ella. Que vean siempre el lado aplicativo, un investigador con capacidades de llevar sus ideas a la realidad del mercado vale mucho más. Existen muchas oportunidades afuera para todo tipo de investigadores, no solo de ingeniería. Que se informen acerca de licenciar sus investigaciones, o de llevarlas a cabo de manera propia”, señaló José Ignacio Cárdenas.Cristian Ayala, por su parte, planteó que los proyectos de tesis que se desarrollan en la Universidad generalmente no tienen mucho que ver con lo que necesita la industria, o el mercado en general. Así que expresó que es importante aprovechar todas las instancias posibles: “Realmente hay oportunidades, solo hay que motivarse”.Para Héctor Cid esta oportunidad representa un escenario nuevo de oportunidades que no existían cuando el finalizó su pregrado. En su caso, como parte de un programa de postgrado académico, rescató la universidad y sus investigadores como innovadores tecnológicos que desean materializar sus desarrollos.“La Universidad representa un buen nicho de innovadores tecnológicos, que es lo que el país necesita. Además, es una grata sensación que el trabajo de tesis se vea reflejado en una continuidad del conocimiento, no solo en la documentación, sino también con una tecnología transferible a la sociedad”, sentenció.
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José Ignacio Cárdenas, Cristian Ayala y Héctor Cid, que asistieron al curso como ganadores de la última versión del concurso de Valorización de la Investigación en la Universidad, de Fondef, adquirieron herramientas vinculadas a temas de emprendimiento e innovación gracias a esta beca. Allí fueron capacitados en temáticas como propiedad intelectual, establecimiento de redes, comercialización de resultados, modelos de negocios y estrategias innovadoras, entre otras.
Redacción