Académicos Usach proyectan alcances del acuerdo político por una nueva Constitución para Chile

Expertas/os de diferentes disciplinas de nuestra Universidad opinaron frente a este suceso político, calificándolo como significativo, pero que el éxito del proceso dependerá de cómo se desarrolle en la práctica.

Después de 29 días de crisis social, la clase política de nuestro país consiguió aunar voluntades para definir los diferentes métodos que darán paso a una nueva Constitución.
El Plebiscito se realizará en abril del 2020 y será la primera posibilidad en la historia de Chile para que  su origen pueda ser a través de la discusión democrática.
Si bien este acuerdo para algunos es un buen augurio, no apacigua del todo las manifestaciones que comenzaron el 18 de octubre pasado y que develaron la grave crisis social.
De hecho , la noche del viernes 15 de noviembre se produjo la muerte del joven Abel Acuña, luego que nuevamente efectivos de fuerzas especiales de carabineros cometieran graves errores en el procedimiento policial generando retraso en la atención del joven que finalmente falleció en el Hospital de Urgencias de la Asistencia Pública, ex Posta Central.
El  Dr. Hernán Neira, académico del Departamento de Filosofía, reflexionó que “el reciente acuerdo es positivo. Lo que viene es generar en común los valores, fines y distribución del poder. Sin embargo, el quórum de 2/3 para la toma de decisiones en la convención constituyente y lo extenso de los plazos son un potencial riesgo político del reciente pacto”.
En cuanto a que si este acuerdo logrará legitimidad pese a  la desconfianza de la ciudadanía con la clase política, el académico respondió: “La sociedad añora una buena vida, no en competencia, sino en solidaridad con sus semejantes y con la naturaleza. Una nueva Constitución será sólida si da al Estado un rol activo en la protección del trabajo, de la educación, de la salud, de la diversidad étnica y del medio ambiente. Las universidades estatales podemos recuperar un papel relevante en una nueva carta magna”, señaló el académico.
Perspectiva Constitucional
El profesor Luis Bobadilla de la Escuela de Derecho, indicó que encuentra positivo este pacto, pero que ve con suspicacia sus efectos. “Veo este acuerdo con escepticismo y con distancia porque veremos en la práctica como esto se va a materializar y si realmente este acuerdo va a calmar los ánimos de la sociedad que está bastante trastocada”, opinó.
En cuanto a la discusión que se ha levantado por los 2/3 de quórum el experto señaló que “hay ciertos sectores que dirán que esto es malo y que no corresponde, pero la verdad es que me parece correcto, porque la Constitución es una norma que sostiene todo el ordenamiento jurídico del país y no puede ser fruto de mayorías circunstanciales”. 
El profesor Bobadilla sumó a sus comentarios que “negar y rebatir el argumento de los 2/3 respecto al quórum sería condenar esta iniciativa constituyente a la ilegitimidad (…) Si no hubiera un quórum de 2/3 también esta Constitución nacería con pecado de origen”, precisó.
Consultado sobre la comentada hoja en blanco, el académico indicó que “si uno revisa este acuerdo en ninguna parte se habla de aquello, pero entiendo que el concepto que va detrás de esto hace referencia a que se empieza a discutir una nueva Constitución y no una modificación de la actual, lo que hace es abrir y ampliar la discusión”.
Finalmente indicó que este proceso no estará exento de problemas “personalmente no estoy de acuerdo y encuentro irreal e ingenuo que una Constitución puede ser la casa de todos. Créanme que en todo pacto siempre habrá alguien que se sienta no representado o perjudicado en diferente intensidad”, concluyó.
Legitimidad en Espera
Alberto Mayol, académico de la Facultad de Administración y Economía, manifestó que el acuerdo funcionó mejor de lo esperado, ya que logró una cierta convergencia en la negociación del acuerdo.
En este mismo punto, indicó que debe haber sido muy complejo aunar posturas tan disímiles. “No es menor que la UDI, el partido de Jaime Guzmán y bastión de la Constitución del 80, esté dentro del acuerdo y en eso se tomó una decisión, que puede ser discutida o no, pero que es una decisión política que le da una solidez al acuerdo”.
Sin embargo, criticó el acuerdo en su punto 4 que señala la utilización del mismo sistema electoral que elige a los diputados, y que ahora escogerá a los constituyentes, calificándolo como una “picantería, algo impropio e inadecuado porque se entiende que la idea es que los constituyentes puedan ser personas comunes y corrientes y que se postulen a partir de los electores que pudieran ir conquistando por sus territorios. Pensar un símil de Cámara de Diputados para este proceso, con lo que significa hoy el Congreso, es un error gigante”,  señaló el  académico.
Agitación ciudadana
La Dra. Lucía Dammert, académica de la Facultad de Humanidades, señaló sentir que este acuerdo es un paso significativo, pero que sin embargo se requiere de la otra parte del proceso que es la Agenda Social y sus políticas públicas profundas que “son bastante más inmediatas que el proceso constituyente. En ese sentido, me imagino que habrá una vigilancia ciudadana para ver qué pasa con ella y los cambios de política pública”.
Además agregó, “pensar que esto desactive inmediatamente la movilización social, sería ingenuo, pero evidentemente abre una puerta de conversación y diálogo que permitirá por lo menos mejorar la falta de diálogo, pero esto está por verse en los desafíos y oportunidades que plantean esta situación”, dijo.

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