“Yo estoy afectado por el SIDA”. Esa es la frase que pronunciaban Carolina Arregui y Coco Legrand, entre otros, durante la primera campaña televisiva contra el VIH que impulsó el Ministerio de Salud en 1992. La estrategia hacía hincapié en medidas de prevención como la abstinencia o tener pareja estable. Han pasado dos décadas desde ese entones y las cifras no son positivas. Según ONUSIDA, la tasa de nuevos contagios en Chile creció en 34% durante el periodo 2010-2018, representando la más alta de América Latina.
“Este es un problema de larga data, pero desde la academia buscamos generar insumos necesarios que mejoren el conocimiento de la enfermedad, para producir un cambio”, sostiene el académico de la Escuela de Obstetricia y Puericultura, Giuliano Duarte, investigador principal del proyecto denominado ‘El efecto de las intervenciones digitales para la prevención de ITS-VIH/SIDA’. El trabajo multidisciplinario, en el que convergen la obstetricia, la medicina y la antropología, fue seleccionado por la Vicerrectoría de Investigación, Desarrollo e Innovación en el marco del concurso DICYT-Facultad de Ciencias Médicas, en apoyo a la investigación clínica.
¿De qué se trata su investigación?
El foco de este estudio es diseñar una intervención digital para la prevención de ITS (Infecciones de Transmisión Sexual) y SIDA en la comunidad universitaria de la Universidad de Santiago. Lo que queremos es romper con el paradigma que existe en torno al diseño de campañas comunicacionales.
¿Por qué una intervención digital?
En una revisión sistemática que hice en el Programa de Magíster en Salud Pública, que terminé el año pasado en la Universidad Católica, busqué el estado del arte con respecto a intervenciones digitales enfocadas en la prevención de ITS y VIH. De este estudio, se concluye que los medios digitales son una herramienta útil en salud pública, no solo por la masividad de la tecnología hoy en día –Chile lidera el uso de smartphones en América Latina-, sino que, además, porque son usados 24 horas, los 7 días de la semana. Ello rompería ciertas barreras de acceso a la salud, principalmente, en grupos clave, como adolescentes y jóvenes. Solicitar horas por matrona o por médico para una consejería y, luego de eso, explicar el problema que tienen, conlleva nuevas barreras que se relacionan con la sexualidad y la intimidad de cada uno. En cambio, los medios digitales por su uso en estos grupos, pueden constituirse en una herramienta útil para acercarse y mejorar las cifras que reporta ONUSIDA.
¿Cómo se materializará esta campaña?
La investigación consta, básicamente, de una campaña de videos con enfoque preventivo y participativo, basada en la opinión de los jóvenes y no solo en la de los expertos, modelo que parece no tener efecto. Hemos decidido hacer grupos focales en la comunidad de jóvenes, para recoger la manera en que sería más pertinente para ellos recibir esta campaña comunicacional. La idea es construir o co-crear esta estrategia con la comunidad universitaria, recolectando la información con los grupos focales, pero también, incluyendo la mirada de expertos nacionales e internacionales.
¿Cómo medirán el impacto de esta iniciativa?
Crearemos cinco cápsulas audiovisuales conjuntamente con el equipo de Radio y Televisión de la Universidad. Los productos se adecuarán al formato de las redes sociales y la idea es estudiar dos grupos: uno intervenido, que verá los videos, y otro que no lo hará. Vamos a hacer un seguimiento de ellos durante seis meses y evaluaremos sistemáticamente el efecto de estas campañas, recogeremos información de base y eso nos dará un reporte de qué tan efectiva es una estrategia construida de esta manera.
¿En qué estado se encuentra la investigación?
Estamos en la primera etapa, en la fase cualitativa, realizando entrevistas con grupos focales en la comunidad universitaria y a informantes claves, como especialistas del Ministerio de Salud, de la Organización Panamericana de la Salud, académicas y académicos, e integrantes de organizaciones de la sociedad civil.
¿Cuándo se presentará la campaña?
La idea es presentarla el 1 de diciembre, cuando se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el Sida.
¿Qué lo motivó a investigar este tema y enfocarlo de esta forma?
La sexualidad se da en espacios íntimos y la información, entre grupos de pares. Entonces, qué mejor que tratar el tema en un entorno universitario, con una comunidad que está siendo golpeada por esta epidemia, para generar un discurso preciso y conciso, construido por ellos mismos, a través de mensajes comunicacionales directos y claros, sin prejuicios.
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El académico de la Escuela de Obstetricia y Puericultura de la Universidad de Santiago lidera el proyecto Dicyt denominado ‘El efecto de las intervenciones digitales para la prevención de ITS y VIH SIDA’, que busca crear, junto a los estudiantes, una serie de mensajes como estrategia efectiva para enfrentar la enfermedad en la comunidad universitaria.
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