Velando por la creación de una cultura científico-tecnológica, la valoración y la divulgación de la ciencia, nace la Revista Brotes Científicos, la cual, enmarcada en el Proyecto Asociativo Regional PAR Explora de CONICYT, Región Metropolitana Norte y en conjunto con la Vicerrectoría de Investigación, Desarrollo e Innovación (VRIDEI) de la Universidad de Santiago de Chile y de la Facultad de Matemáticas de la Universidad Católica de Chile, se posiciona como una publicación que promueve el desarrollo de un trabajo directo con la comunidad, principalmente, con estudiantes y profesores que puedan construir su propio conocimiento a través de un trabajo sistemático y el aprendizaje sólido que brinda la investigación.
Esta revista da a conocer investigaciones de estudiantes de enseñanza básica y media en el ámbito nacional presentadas en Congresos Regionales y Nacionales organizados por el programa Explora, así como aquellas desarrolladas en otras competencias Nacionales.
Hablamos con algunos estudiantes y profesores guías, quienes comentaron sobre sus proyectos investigativos, además de la relevancia de la investigación temprana.
Investigación científica en los colegios
Bajo la misión de dar a conocer la investigación realizada por estudiantes e incentivar la cultura científica, Brotes Científicos ha contado con una alta convocatoria. En sus dos volúmenes, agrupa 41 publicaciones que abarcan entrevistas, editoriales, columnas de opinión, reportajes, artículos y breves, en donde más de la mitad corresponden a aportes realizados por estudiantes de diferentes colegios a lo largo de Chile.
Uno de los casos destacados es del Colegio de Sagrados Corazones de Alameda. Se trata de Javier Oporto y Matías Huidobro, actuales estudiantes de IV medio del establecimiento, quienes lograros publicar su estudio "Caracterización del período de crianza de polluelos de Pingüino Rey (Aptenodytes patagonicus) en Isla Grande de Tierra del Fuego" y de Alonso Erazo, Tyndall Volosky, alumnos de III medio y Martín Opitz de IV medio , quienes publicaron "Sobreposición de dieta de Tucúquere (Bubo magellanicus) y Lechuza Blanca (Tyto alba) mediante el estudio de egagrópilas en el Parque Nacional Río Clarillo”. Ambos estudios fueron guiados por su profesor de Biología, Carlos Zurita Redón, y publicados en el primer número del volumen correspondiente al año 2018 de la Revista Brotes Científicos.
Respecto a la primera investigación, el estudiante Javier Oporto explica que “observamos por un periodo de 4 años aproximadamente a una población de pingüino rey en Tierra del Fuego, con el fin de poder caracterizar su periodo de crianza, para después compararlo con otras poblaciones, ya que la que se encuentra acá en Chile es una población establecida hace muy poco tiempo”.
Esta investigación nace dado a un descubrimiento del profesor guía, Carlos Zurita, quien, durante el año 2014 conoce el Parque Pingüino Rey, lugar muy poco estudiado. Desde ese momento, se inicia el interés investigativo, el mismo que lo ha llevado a desarrollar proyectos de investigación científica escolar, consolidando un grupo que año a año aumenta en número y en conocimientos. Actualmente, ha desarrollado proyectos con diez estudiantes, todos relacionados a animales silvestres. “El principal objetivo ha sido que los jóvenes desarrollen habilidades de pensamiento científico en terreno, generando nuevo conocimiento científico para Chile y, porque no, el mundo, desarrollando en ellos habilidades multidisciplinarias” comenta el profesor.
El estudiante Matías Huidobro, quien también participó en este proyecto, remarca la importancia de hacer investigación, dado a su facultad de generar nuevo conocimiento y esto, comunicarlo a otro. “Publicar un proyecto es dejar tu huella, saber que gente va a buscar tu nombre para ver tu paper y poder ayudarlas en sus proyectos es un orgullo tremendo, partimos siendo científicos”.
La segunda investigación liderada por este profesor constó de la identificación de zonas que tienen un alto riesgo de contagio del Hanta Virus dentro de Parques y Reservas Nacionales administrados por CONAF, los SNASPE, en donde “principalmente calculamos a través ciertos índices matemáticos, que tan superpuestas se encuentran las dietas de dos aves rapaces (búhos y lechuzas) del Parque Nacional Río Clarillo”, explica el estudiante Martín Opitz
Mediante la recolección de 50 egagrópilas (bolas formadas de restos de alimentos no digeridos) pertenecientes a estas aves, se identificaron sus ítems dietarios, reconociendo 7 especies de roedores como parte de la dieta, siendo este un importante vector infeccioso de enfermedades, tanto para animales del parque como para población humana.
Para el alumno Tydall Volosky hacer investigación es fundamental pues “te abre muchas puertas en la vida, te da contactos y te enseña a relacionarte, desarrolla tu responsabilidad y te demuestra que no todo se aprende en una sala de clases”. A esto, Martín agrega: “en Chile faltan tantas cosas aún por investigar, sin embargo, como país nos debemos mucho en este sentido, y sin duda una de las causas del déficit profesional es la poca motivación desde edad temprana”.
El profesor Carlos Zurita guió a otros cuatro estudiantes en un proyecto de investigación que se espera, sea publicado en el segundo número del volumen dos de la Revista Brotes Científicos, el cual debería salir a fines de este año.
Otro de las destacadas publicaciones hechas por estudiantes, es la investigación liderada por la profesora de Biología del Liceo N° 7 de Niñas de Providencia Luisa Saavedra de González, Marlys Jara, quien, en conjunto a las ex estudiantes del liceo, Bianca de Petris y Daniela Salas, publicaron “Desarrollo de un biodigestor para la realización de la ciencia por medios sustentables”.
Esta investigación, responde a la problemática de residuos orgánicos producidos dentro del Liceo 7, los cuales depositados, sin un manejo pertinente, emiten gases de efecto invernadero.
Considerando esta situación se lleva a cabo el diseño y desarrollo de un biodegestor, sistema que puede producir combustibles y fertilizantes a partir de la descomposición de la biomasa residual, con el propósito de disminuir la huella de carbono dentro del establecimiento, como la cantidad de desechos generados.
Daniela Salas comenta que esta investigación nace de un proyecto de su compañera Bianca de Petris, quien, mediante el análisis de Biodigestores Industriales y Biodigestores Rurales, sintió la necesidad de fabricar uno que funcione para áreas urbanas “principalmente en colegios de ciudades con alto gasto energético, como era el Liceo 7 de niñas de Providencia. El biodigestor servía para hacer funcionar los mecheros de los laboratorios, por lo que se podría disminuir el consumo de gas y, con ello el costo de este, además de generar abono, siendo usado para mantener los huertos escolares” explica Daniela.
La joven recalca la necesidad de que jóvenes se involucren en ciencia desde la edad más temprana, pues permite descubrir y resolver problemas, además de fomentar el desarrollo de distintas cualidades como el trabajo en grupo, el liderazgo positivo, optimismo, paciencia y empatía. “Los jóvenes tienen una capacidad distinta de ver el mundo que los rodea, además poseen una creatividad que se encuentra en su punto máximo, por lo que, si se estimulara a los jóvenes en participar en la ciencia, se lograrían cosas muy grandes” señala.
La profesora Marlys Jara se encarga de la Academia de Ciencia del Liceo 7, iniciativa que nace hace aproximadamente cuatro años con el fin de fomentar la ciencia en el establecimiento, generar proyectos y participar en ferias. “Creo que es muy relevante que se enseñe la ciencia y que se participe en estos proyectos desde la edad más temprana posible, pues ayuda a hacer un desarrollo del método científico que sea mucho más completo, considerando métodos de experimentación, medición, etc.”, recalca la profesora.
Bajo la misma línea, el profesor Carlos Zurita destaca la importancia de la formación de jóvenes científicos y la necesidad de que se torne un pilar fundamental para cada establecimiento educacional y así, poder avanzar en ciencia e investigación, razón por la que aprecia la publicación escolar, dado que “Brotes Científicos es una oportunidad perfecta porque, aparte de publicar los resultados de sus investigaciones, se puede llevar a cabo un trabajo que es frecuente y común para cualquier científico en nuestro país, es fantástico que un estudiante egrese de su enseñanza media con uno o dos papers publicados”.
La revista publica un volumen anual divido en dos números por semestre. Por el momento, se ha divulgado el volumen correspondiente al año 2017 y el primer número de 2018, esperando que el segundo número salga a fines del presente año.
Para mayor información, visitar página oficial: https://brotescientificos.usach.cl/