El Doctor (c) por la Universidad Estadual de Campinas, Brasil, y longko mapuche, José Quidel, dictó la conferencia inaugural de las Jornadas sobre Amores Indígenas, organizadas por la Facultad de Humanidades, explicando la visión amorosa de su pueblo y su interrelación con las personas y su entorno.
Como miembro de la Comunidad de Historia Mapuche y Longko del Rewe de Ütügehtude Padre las Casas (Región de la Araucanía), el magíster en Antropología Social y candidato a Doctor, José Quidel, valoró la iniciativa promovida por la Facultad de Humanidades de nuestra Universidad, de abrir espacios al diálogo con los pueblos originarios, para conocer de primera fuente su cultura en un nuevo paradigma relacional.El profesor José Quidel se mostró complacido por la invitación a participar en la sesión inaugural de las Jornadas Históricas y Culturales sobre Amores Indígenas: El amor en las culturas Aymara, Quechua y Mapuche, siglos XX y XXI, que se realizó ayer (1) en el Salón de Honor, ante una audiencia compuesta por académicos, docentes y numerosos estudiantes.“Este tipo de actividades son importantes y trascendentes, porque nos da la posibilidad, como mapuche ocomunidad indígena, de ser nosotros quienes podamos hablar, interactuar e informar sobre nuestros temas”, sostuvo el profesor Quidel.Con estudios universitarios focalizados en preservar el valor de su cultura, el profesor Quidel agregó que este encuentro brinda, además, la oportunidad “de ir terminando con una relación colonial, patriarcal y de subordinación a la cual hemos estado sometidos los pueblos indígenas durante siglos”.La crítica del profesor Quidel -durante la presentación de la conferencia “Mapuche poyewün. La idea de amor a través de tres conceptos del mapuche rakizuam” -alcanzó también a la academia, que en el pasado, había abordado los asuntos relacionados con los pueblos originarios, sin contar con la participación de sus protagonistas. “Eso se está terminando lentamente y para mí, es lo importante. El cambio de paradigma debe generar caminos para empezar a dialogar, porque nunca hemos dialogado, siempre ha sido un monólogo”, acotó.Durante su conferencia, José Quidel se refirió a la cosmovisión mapuche y la experiencia amorosa de su pueblo. En este ámbito, definió cuatro dimensiones que constituyen a una persona como digna de ser considerada tal dentro de su etnia: el plano espiritual (püjü), el psíquico o del pensamiento (rakizuam), el social (ragichegen) y el físico (kalül). Y explicó cómo la reciprocidad es una idea que se fortalece en la relación con los demás, no sólo como un aspecto colaborativo, sino como un deber de pago y retorno. “Para las fuerzas de la naturaleza nada es gratis, hay que poner de la otra parte”, sostuvo explicando que ante la deuda, “viene la cobranza, que puede demorar generaciones en aparecer, y puede manifestarse hasta en enfermedades”.El Longko agregó que la reciprocidad también abarca las relaciones humanas, donde los actos cariñosos se comprenden como pago o devolución, en una cultura que ama a través de los gestos.Una de los temas que gratamente sorprendió a los asistentes tuvo relación con que la raíz de la palabra que define el amor, también cobra sentido como sinónimo de alegría, dependiendo del contexto. Esto, explicó José Quidel, porque alegría y amor están relacionadas, “cuando se ama se está alegre y el amor se expresa con alegría”.Estudiantes de Historia presentes valoraron la oportunidad de conocer aspectos amorosos de la cultura de los pueblos indígenas y se mostraron interesados en seguir asistiendo a las Jornadas, que concluyen hoy, a las 18 horas, con la presentación del biólogo, filósofo y Doctor Honoris Causa por nuestra Universidad, Humberto Maturana, en el salón Enrique Fröemmel.El vicedecano de docencia de la Facultad de Humanidades e investigador del proyecto que inspiró las Jornadas, Dr. Jorge Rueda destacó la importancia que tiene para las ciencias sociales abordar estos temas.“Se abre un horizonte humano en términos de lo que significa incorporar un diálogo real con las culturas que histórica y republicanamente, han sido excluidas y marginadas”, sostuvo, además de valorar que esta actividad tuviera como contexto el aniversario del Plantel. “Estos 165 años significan un aporte, una reflexión, para abrir estos espacios y remarcar el compromisode una verdadera Universidad, al servicio de formar personas, y transformar el país”, acotó.