Programa Centro E2TECH integra consorcio que postula al desarrollo de Centro para la Electromovilidad en Chile

La iniciativa público-privada, tendrá un cofinanciamiento por parte de CORFO del 80% del costo total del programa, con tope de hasta US$ 7 millones y una duración máxima de 5 años.

El Centro para la Electromovilidad en Chile es un proyecto impulsado por CORFO, el Ministerio de Energía y el Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones, que busca acelerar el proceso de adopción de esta tecnología en Chile y fomentar la neutralidad de carbono para el 2050.
En total, la Corporación de Fomento para la Producción (CORFO), recibió dos postulaciones consorciadas, una liderada por la Universidad Técnica Federico Santa María y otra, por la Universidad de Chile. El resultado de la adjudicación se conocerá en julio de este año.
Según el sitio web de CORFO, “se espera que los desarrolladores se enfoquen en problemas, requerimientos y soluciones particulares para la implementación de la electromovilidad, y de esa manera, también contribuir al incremento de la demanda nacional de desarrollos tecnológicos que utilizan cobre y litio”.
Centro de aceleración sostenible de electromovilidad (CASE)
Este consorcio se compone de importantes actores en electromovilidad del país. Es liderado por la Universidad de Chile, pero además, cuenta con la participación de la Universidad de Santiago, la Universidad Técnica Metropolitana (UTEM), la Universidad Austral de Chile (UACh), la Agencia de Sostenibilidad Energética y el Centro Mario Molina.
Para el Dr. Matías Díaz, académico del Departamento de Ingeniería Eléctrica y líder de la postulación por parte de E2TECH, “la participación de la Usach se debería materializar con un portafolio de proyectos I+D, además de la participación en iniciativas transversales de formación de capital humano y un observatorio de políticas públicas en electromovilidad, lo que tendría una valorización aproximada de USD 1.470.000”. 
Según relató, las colaboraciones entre el Departamento de Ingeniería Eléctrica, la Facultad de Ingeniería y la Vicerrectoría de Investigación, Desarrollo e Innovación (VRIDEI) fueron fundamentales, puesto que “para participar de este tipo de iniciativas se requiere una movilización importante de recursos, voluntades y contacto con empresas”.
En este sentido, añadió que la gestión del Vicedecanato de Investigación, Desarrollo y Postgrado de la Facultad de Ingeniería les permitió identificar a actores relevantes que fueran parte de sus proyectos I+D, a la vez que potenciaron la formulación de ideas para futuras postulaciones. “El Vicedecanato juega un rol súper importante en establecer una red de apoyo a postulaciones y contacto con empresas. Dicha gestión no es menor, porque habitualmente se requiere de empresas que aporten altas sumas de dinero para participar en este tipo de proyectos”.
En palabras del Doctor en Ingeniería Eléctrica, la fortaleza del consorcio radica en la asociación público-privada que ha potenciado los logros que Chile ha tenido en torno al tema. “Desarrollamos un portafolio muy potente desde lo tecnológico, pero además, incluimos un modelo de gobernanza que permita masificar el impacto y las dimensiones de acción del centro. En ese sentido, la participación de la Agencia SE y del Centro Mario Molina es clave, pues ellos tienen un despliegue nacional y regional que nos permitirá pilotear tecnologías en entornos reales a lo largo de Chile y la región”, explicó.
A su vez, el Vicedecano de Investigación, Desarrollo y Postgrado, Dr. Alejandro Gutiérrez, señaló que este proyecto fue apoyado directamente por la Subdirección de I+D+i de la FING, “a partir de la identificación temprana de las fuentes de financiamiento, definición de estrategia de postulación según bases, acompañamiento en reuniones con socios empresariales y universidades, recopilación de antecedentes, generación de formulación estratégica para la postulación, redacción, apoyo en la elaboración de presupuesto para la postulación y gestión con socios internos y autoridades de la Universidad”.
Junto a lo anterior, destacó que este proyecto fue impulsado por las nuevas generaciones de académicos que han sido contratados por el Departamento de Ingeniería Eléctrica, “lo que da cuenta de que las nuevas políticas de contratación están dando resultados en el corto plazo y son indicadores que pueden medir la efectividad de nuestra Facultad".

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