Durante dos jornadas, el Departamento de Historia y el Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de la Universidad de Santiago de Chile desarrollaron el seminario internacional “A 100 años de la Revolución de Octubre: La construcción histórica del Comunismo (1917-2017)”.Un encuentro que contó con la destaca presencia del historiador inglés Dr. Orlando Figes, académico del Birkbeck College de la Universidad de Londres, y del historiador argentino Dr. Horacio Tarcus, director del Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de Izquierdas en la Argentina (CeDinCi).Ambos, reconocidos investigadores en el tema de la Revolución Rusa y los diversos procesos que le han sucedido, agradecieron la invitación y valoraron que una institución de educación superior pública dialogue y discuta sobre este tema.Esto, junto a la activa participación de académicos y estudiantes, de pregrado y postgrado, del Plantel, en las actividades realizadas tanto en el Salón de Honor como en la Sala de Cine de la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio.Fortalecer la memoria colectivaEl Dr. Orlando Figes ha centrado su investigación en la historia de Rusia, la Unión Soviética y el Este de Europa, lo que quedó reflejado en sus conferencias “A cien años de la Revolución Rusa: Mito, conmemoración y memoria colectiva” y otra basada en su libro “Los que susurran: La represión en la Rusia de Stalin” (2007).“Todo lo realizado desde 1917 es justificado en nombre de la Revolución a partir del triunfo soviético de Stalin sobre el nazismo”, precisó el experto. “Pero a partir del colapso del comunismo en 1991, la memoria sobre Octubre pasó a ser un tema de división, con diversos intentos por establecer un nuevo sistema para asegurar la unificación”, agregó.En ese contexto, parte de sus análisis se concentraron en la importancia de fortalecer una memoria más colectiva que interrogue al pasado y pueda generar un cambio de actitud en Rusia. “La memoria oficial es tan determinante, que la memoria colectiva está oprimida, por lo que las personas no entienden claramente lo ocurrido. Se apoyan en la esfera oficial y si no es así, prefieren dejarlo de lado y olvidarlo”, reflexionó.En cuanto a la conmemoración de los cien años, advirtió que en Rusia no será muy masiva ni con posiciones definidas, pues hoy representa un motivo más de vergüenza que de orgullo. De hecho, aseguró que para algunos ese episodio de la Historia representa el inicio de una nueva civilización soviética, mientras que para otros es sinónimo de destrucción.“Lo último que quiere Vladimir Putin es incentivar la conmemoración de una revolución, por temor a sus relaciones con distintas zonas fronterizas. El mensaje del actual régimen es que las revoluciones son malas y destructivas, por lo que deben evitarse”, detalló el Dr. Figes. “Frente a eso, la opción es un mensaje de reconciliación para asegurar la unidad del Estado”, añadió.Cabe destacar que entre sus obras también figuran “La revolución rusa: La tragedia de un pueblo 1891-1924” (1996); “Interpretar la Revolución Rusa: El lenguaje y los símbolos de 1917” (1999); “El baile de Natacha: Una historia cultural rusa” (2002); y “Crimea. La primera gran guerra” (2010).Proceso de alcance mundialEl Dr. Horacio Tarcus, quien se desempeña como académico de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad Nacional de San Martín, precisó que el proceso de la Revolución Rusa cambió el modo de entender la política, el imaginario, la utopía, la acción de masas y el Estado. Así lo analizó en sus dos conferencias, denominadas “La recepción argentina de la Revolución Rusa: Las izquierdas y los intelectuales” y “A cien años del Estado y la Revolución: La teoría leninista de la política, el Estado y el Poder”.“Implicó pensar los procesos políticos incorporando un nuevo lenguaje, pues se comenzó a hablar de revolución y contrarrevolución, poder y doble poder, términos nuevos como soviets, bolchevismo y menchevismo”, detalló el experto. “Términos que no solo se incorporan en el mundo de las izquierdas, sino que inclusive la gran prensa siguió con mucha avidez el proceso soviético”, recordó.Además, comentó que se trata de un proceso que junto con impactar en la conformación de los partidos comunistas latinoamericanos, también lo hace sobre el movimiento anarquista y el movimiento sindicalista. “Hay viajeros latinoamericanos que quieren conocer el país de los soviets, conocer este experimento. Existen emisarios soviéticos que vienen a Santiago, Buenos Aires y Lima para contribuir a edificar el comunismo y rectificar errores en términos de la época”, resaltó.En ese contexto, rememoró la incidencia en el mundo de la cultura, de la literatura y el gran impacto de lo que son las vanguardias rusas de las décadas del '20, ’30 y ’40. “Todo eso se imbricó de modo específico en cada país con los propios sistemas políticos, con las propias culturas nacionales, y marcó profundamente el siglo”, aseguró el Dr. Tarcus.Junto con recordar sus anteriores viajes a Chile como profesor visitante en la Universidad de Santiago, gracias a la Dra. Olga Ulianova –destacada académica, investigadora y directora del IDEA, quien falleció en diciembre de 2016–, manifestó que “me parece una iniciativa extraordinaria que una Universidad pública convoque, recuerde e invite a la discusión, con investigadores nacionales e internacionales con posturas diversas, por lo que es un esfuerzo a remarcar”.Cabe mencionar que entre sus obras figuran “El marxismo olvidado en la Argentina: Silvio Frondizi y Milcíades Peña” (1996); “Mariátegui en la Argentina” (2002); “Diccionario biográfico de la izquierda argentina” (2007); “Cartas de una hermandad” (2009); y “El socialismo romántico en el Río de la Plata 1837-1852” (2016).Profundizar líneas de investigaciónComo director del Departamento de Historia del Plantel, el Dr. Hernán Venegas Valdebenito destacó en el discurso inaugural del encuentro que “nuestros esfuerzos buscan presentar líneas de investigación para posicionarnos a nivel nacional y de América Latina, instalando el nombre de la Universidad de Santiago en lo más alto como generadores de conocimiento, en beneficio de la formación de nuestros estudiantes de pregrado y postgrado”.Además de agradecer especialmente a los académicos Dr. Igor Goicovich Donoso y Dr. Rolando Álvarez Vallejos, como artífices de la idea que dio origen a este seminario, resaltó que “los historiadores nos interesamos por el pasado y también por el presente. Y si pensamos en los fenómenos políticos, culturales y de naturaleza social del siglo XX, sin duda que el comunismo y la Revolución de 1917 debe estar en nuestra esfera de interés”.En concordancia con la necesidad de continuar con el trabajo de profundización en líneas de investigación como las desarrolladas en este seminario, el director del IDEA, Dr. Fernando Estenssoro Saavedra, manifestó lo fundamental que resulta “entender las múltiples derivaciones a través de un análisis permanente de la Historia y como ésta influye en nuestro presente y futuro”.En ese sentido, no dudó en asegurar que la Revolución Rusa es uno de los eventos políticos y sociales más impactantes del siglo XX. “Es un proceso que determinó la vida de los rusos, de los europeos y de la humanidad en su conjunto. Por ello, es esencial seguir investigando este fenómeno”, concluyó.
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El encuentro desarrollado a inicios de esta semana y que fuera organizado por el Departamento de Historia e IDEA, convocó a cientistas sociales, historiadores, académicos, investigadores y estudiantes de pre y postgrado. Fueron dos días de debates y reflexiones académicas enmarcadas en el centenario de la Revolución de Octubre, con figuras como el Dr. Horacio Tarcus, director del Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de Izquierdas en la Argentina (en la fotografía, junto a la Dra. Cristina Moyano); y el Dr. Orlando Figes, profesor del Birkbeck College de la Universidad de Londres, quienes junto a sus pares chilenos dieron vida a un programa que incluyó conferencias, debates y una mesa redonda.