Como una instancia para debatir y reflexionar sobre las formas de gobierno y participación ciudadana, y sus semejanzas con los avances europeos en la materia, se desarrolló la segunda mesa de expertos del evento “Contrapuntos Chile-Unión Europea para el proceso constituyente”.
El tema abordado en esta ocasión fueron los mecanismos de participación y deliberación directa, enfocado en el actual proceso constituyente y en la democracia en general.
La actividad es organizada por la Delegación de la Unión Europea en Chile, a través del Programa EUROsociAL+, junto con LEXEN, el Centro de Estudios del Futuro de la Universidad de Santiago, el Centro Interfacultades de Derecho, Economía y Negocios de la Universidad de Chile; y el Programa de Estudios Europeos de la Universidad de Concepción, junto a la colaboración del diario electrónico El Mostrador.
El debate fue moderado por la académica de la Universidad de Santiago, Dra.Pamela Figueroa y participaron los expertos europeos Sabrina Ragone (italiana), profesora titular de Derecho Público Comparado en la Universidad de Bolonia y Oliver Escobar (español), profesor de Políticas Públicas en la Universidad de Edimburgo, a cargo del Área de Innovación Democrática del Edinburgh Future Institute.
La Dra. Figueroa en su introducción al diálogo, destacó el momento que vive nuestro país y su génesis. “Chile está en un proceso constituyente luego de una larga instancia de movilizaciones sociales e iniciativas para generar el cambio constitucional. Se logró una alianza política que fue el Acuerdo por la Paz y la nueva Constitución, que estableció un itinerario que incluyó en plena pandemia un plebiscito en donde el 80% optó por cambiar la Carta Magna”, remarcó.
Reflexión y debate
La Dra. Sabrina Ragone, indicó que tanto en Europa como en América Latina nos enfrentamos a la situación en que nuestros mecanismos democráticos se basan principalmente en aquellos de carácter representativos. “Creo que las instancias de participación directa de co-decisión y de consulta, siguen cada vez más pidiéndonos una reflexión y exigiéndonos el ser reforzado”, aseguró.
Añadió que, desde esa perspectiva, la experiencia chilena puede representar una ocasión para experimentar y adaptar nuevos instrumentos de participación que puedan dar reconocimiento a esos movimientos, otorgando al mismo tiempo legitimidad a los procesos de decisión.
Mencionóentre ellos elementos de género y de representación del mundo indígena; la participación como mecanismo de consulta tanto de grupos como de individuos al que se pueden sumar investigadores de las diferentes áreas de la sociedad; el debate a nivel político y mediático; los mecanismos de discusión, el uso de las nuevas tecnologías, los referéndum y consultas por territorio, o la inclusión de temas de interés como el aborto, el divorcio o una reforma electoral.
“Inclusive, instrumentos que favorezcan la participación de aquellos que todavía no hayan conseguido la mayoría de edad y que estén apunto de poder votar. Ese fue un debate que se abrió en el referéndum del Brexit y en otros contextos”, aseguró.
Por su parte, el Dr. Oliver Escobar, reconoció la importancia del momento constitucional chileno. Sostuvo que la crisis de legitimidad no solo afecta a nuestro país, sino que a todo el mundo
“Estamos en medio de una recesión democrática. Pensemos en las grandes crisis del momento, la climática entre ellas, y esas dificultades en la capacidad para actuar de los sistemas políticos democráticos ante problemas complejos, ante las evidentes desigualdades socioeconómicas, se traducen en una falta de legitimidad”, puntualizó.
El proceso constitucional en Islandia siempre se suele citar porque fue uno de los primeros que trató de combinar instrumentos de participación, en donde se abrieron canales digitales, se utilizó una asamblea ciudadana y una convención constitucional, entre otras.
“El caso de Islandia es un fallo hermoso porque en el proceso se aprendió mucho de las prácticas participativas y deliberativas como secuenciar y diseñar el proceso, pero al mismo tiempo mostró su debilidad. Pese a que existió una aprobación por referéndum de la nueva Constitución, al haber un nuevo parlamento, la Constitución nunca se ha llegado a implementar”, afirmó.
El investigador dijo que su mensaje principal es que hay que pensar de manera sistémica, en lugar de un quórum en particular. “La convención constitucional tiene un papel fundamental, pero hay que pensar en la ecología y cómo se conectan los organismos, de manera que se tome ventaja. En el caso de Chile, desde las miradas de sus asambleas ciudadanas, de los portales digitales de información a nivel de masa y esa infraestructura para apoyar el proceso, creo que es uno de los caminos fundamentales a seguir”, concluyó.
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En “Contrapuntos Chile-Unión Europea para el proceso constituyente”, colaboran la delegación de la Unión Europea en Chile, a través del Programa EUROsociAL+, junto con LEXEN; el Centro de Estudios del Futuro de la Universidad de Santiago; el Centro Interfacultades de Derecho, Economía y Negocios de la Universidad de Chile; el Programa de Estudios Europeos de la Universidad de Concepción, y el diario electrónico El Mostrador.
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