¿Se imagina que 10 billones de personas habiten este planeta en 2050? Con una crisis climática como la que hoy vemos ¿cómo podremos alimentarnos? Esa es una de las tantas reflexiones que se hacen en las Naciones Unidas de la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Tal vez nuestro entrevistado, Freddy Boehmwald, cuando decidió estudiar Biología y después Licenciatura en Bioquímica en la Universidad Católica de Valparaíso no vislumbraba el escenario que se venía, pero al ingresar al Doctorado en Biotecnología de nuestra Universidad, se abrió a trabajar en ideas innovadoras que apuntaban a buscar soluciones que permitan reconectar al hombre con la naturaleza, tanto así que años después se transformaría en fundador de Done Properly, una Food Tech que propone una nueva forma de alimentarnos.
En sus laboratorios de alto nivel desarrollaron ingredientes mediante la fermentación de distintos microorganismos, incluidos hongos y levaduras. El trabajo con la premiada Mycoproteina, una nueva fuente de proteínas sustentable, ha dado lugar a distintos productos proteicos para sopas, cremas, pan, carne y embutidos. Además crearon un potenciador de sabor natural, que permite reducir el sodio en diversas preparaciones (como el pan) manteniendo la potencia del sabor. ¿Qué le parece?.
Su camino profesional
Freddy siempre quiso ser científico, pero si bien le gustaba la Academia también le llamó la atención el emprendimiento o el desarrollo de nuevas tecnologías. Fue así como comprendió que su camino era la industria.En 2004 la biotecnología era un boom en el mundo, pero en Chile no había tanta oferta. Fue nuestra Universidad la que se atrevió a impartir un doctorado aplicado. “Yo considero a la Usach mi alma mater, porque si bien tengo gratos recuerdos de la Universidad Católica de Valparaíso, fue en la Universidad de Santiago donde comprendí el rol fundamental de la Universidad como catalizador del potencial de las personas y propulsora del avance hacia una sociedad mas justa. Ver a mis amigos y colegas transformarse en grandes profesionales a punta de empuje, talento y muchas veces a pesar de la falta de oportunidades, fue inspirador. Pertenecer a una Universidad que se concibe a sí misma como agente del progreso humano lo digo sin temor, me llena de orgullo”, destaca.
¿Qué importancia le asignas al doctorado que cursaste en nuestro Plantel?
En esa época el doctorado aún no estaba acreditado. Fui la segunda persona en doctorarme. El primero fue Pablo Zamora. Recibimos un tremendo apoyo de la Universidad de Santiago con un postgrado a la antigua donde teníamos que hacer clases, donde nuestra Casa de Estudios nos daba una beca, que a mí me ayudó durante todo el periodo; además los académicos me recibieron con los brazos abiertos, me dieron una oportunidad, permitieron desarrollarme y ser quien soy ahora. Por eso que le tengo tanto cariño. Trabajé con el profesor Gustavo Zuñiga y aprendí mucho de los extremófilos, de las plantas de la Antártica. Luego se incorporó como profesora del doctorado Jenny Blamey, la ayudé a crear su laboratorio y trabajé en la Fundación Biociencia y Swissaustral, una de las primeras compañías de biotecnología industrial en Chile. Hicimos muchos contratos de investigación y desarrollamos una línea de productos que son básicamente enzimas. En esos años me dedique intensamente a la microbiología de ambientes extremos y a la biocatálisis.
¿En qué momento surge Done Properly?
Fue en el Centro de Excelencia UC Davis Chile, luego de que entré al área de bioproductos. Lo que hicimos fue desarrollar microorganismos para el reemplazo de algunos fertilizantes y pesticidas por alternativas biológicas igual de eficientes, pero que no son destructivas con el medio ambiente. Allí conocí a los otros fundadores de Done Properly. Nos dimos cuenta que venía una nueva revolución. Después de los microorganismos para la agricultura, el turno sería para de los alimentos. Sumado al cambio climático, y a las evidencias que la ganadería era uno de los grandes productores de CO2, decidimos buscar alternativas para reemplazar la carne animal. En ese momento Pablo Zamora, quien era director científico del centro, creó Not Company con la filosofía de sacar al animal de la ecuación. Eso fue una inspiración para nosotros, pero quisimos ir un paso más allá: utilizar tecnologías de fermentación para reconectar a las personas con la naturaleza y producir nuevos ingredientes que permitan un sistema de alimentación más saludable y sustentable.
Tenían entre manos algo súper potente…la tecnología de fermentación
Rompimos un poco el marco de las bacterias con las que habíamos trabajado todo ese tiempo para meternos con los hongos. Son el futuro de la microbiología con condiciones nutricionales súper buenas, ya que producen altas cantidades de proteínas, relativamente fáciles de cultivar y uno puede escalar los procesos para transformarlos en industriales. Done Properly es una compañía de Food Tech, que utiliza la fermentación de precisión para crear distintos ingredientes bioprocesados, por ejemplo mycoproteinas, que se pueden utilizar en muchos aspectos como alternativas cárnicas. Es una opción saludable y sustentable para alimentar el mundo del 2050 cuando vamos a estar sobrepasados.
Económicamente la empresa también promete…
La compañía en términos formales se fundó el 2019 y acaba de terminar su fase Seed para entrar en etapa de escalamiento. Estamos en la mitad de la ronda de levantamiento de capital, ampliando instalaciones y terminando la primera planta piloto para producir nuestros ingredientes. Creemos que Chile es un buen lugar para desarrollar tecnología, escalar y abrirse al mundo. Somos 15 personas, pero este equipo se va a duplicar o triplicar en el corto plazo. Obviamente vamos a recurrir a los profesionales de la Usach porque tienen el perfil industrial y la resiliencia que el desafío requiere. Ahora queremos iniciar un proyecto con el profesor Ignacio Poblete para escalar junto a la Universidad algunos de los desarrollos que ha hecho Done Properly. Para mí la Usach no solo fue mi lugar de formación, también me sentí acogido de vuelta. Me ofrece seguir desarrollándome en el futuro y eso es invaluable. Me va a acompañar toda la vida.