Con el desafío de introducir nuevas tecnologías en la educación finalizó el primer Congreso de Innovación, Tecnología y Aprendizaje en Educación Superior, Intea, en el que participaron expertos, académicos y estudiantes.
La actividad fue organizada por la Unidad de Innovación Educativa de la Vicerrectoría Académica y el Departamento de Matemática y Ciencia de la Computación de la Facultad de Ciencia de nuestra Casa de Estudios.La conferencia final -“Usos creativos de las tecnologías para el aprendizaje”- estuvo a cargo de la académica de la Université Laval de Quebec, Canadá, Dra. Margarida Romero, originaria de España.Destacó en su ponencia el uso creativo de las tecnologías para el aprendizaje, para lo cual ejemplificó con investigaciones centradas en educación formal e informal enfocándose hacia el aprendizaje colaborativo.Consideró, además, el desarrollo de los denominados “serious games” o juegos serios o formativos intergeneracionales, como asimismo la programación de juegos y robots educativos.“Mi tarea dentro de la Facultad de Ciencias de la Educación, en la Université Laval, es acompañar a los futuros maestros en identificar qué tipos de usos de tecnología pueden aportar algo al proceso de enseñanza y aprendizaje”, enfatizó.La Dra. en psicología explicó que “la respuesta es la construcción de conocimientos, la co-construcción de conocimientos, y si tenemos un paradigma constructivista, qué tipos de usos de tecnologías van a permitir esta construcción de conocimientos”.Realidad nacionalRespecto a la realidad chilena, la académica puntualizó que “si estamos trabajando cosas de electrónica, en vez de hacer el ejercicio porque sí, es pensar qué sistemas electrónicos no funcionan alrededor mío, es decir, ir a la búsqueda de problemas, compartir problemas e identificar esos problemas y ver si son electrónicos o no. Ya en sí es una manera de introducir el trabajo”, sostuvo.Agregó que ese cambio puede ser paulatino, “pero es un tema de filosofía de ir introduciendo qué tipo de elementos y cuáles podemos ir cambiando de a poco para ir dando más espacio al estudiante”.Especificó que la introducción de las nuevas tecnologías no es un problema de género ni de edad.“La educación de las chicas les exige un rol menos abierto al error que a los chicos. La cultura del error funciona mejor entre chicos, entonces el punto es cómo esta cultura del error la podemos desarrollar más fuertemente entre las chicas”, precisó.Añadió que “el tema de los nativos digitales y los inmigrantes digitales es falso y lo demuestran las investigaciones. Hay diversidad en todas las edades, entre los niños que no les gusta la tecnología y no la entiende y entre los mayores hay gente que da clase, donde enseña cómo funcionan los robots, por ejemplo”, sentenció.“El mensaje es pasarlo bien, salir de las fichas y pensar qué proyectos se quieren hacer con los estudiantes que cambien el mundo o al menos un trocito de él y cómo esto puede ser muy entretenido como proceso de co-construcción con gente fuera del aula. Ir al lado creativo de las cosas y no tener miedo de que las cosas no funcionen porque no van a funcionar”, subrayó.Compartir experienciasA su vez, la académica de la Facultad de Ingeniería, Ciencias y Administración de la Universidad de La Frontera de Temuco, Dra. Ruby C. Morales, enfatizó que “cuando se trabaja en forma interdisciplinaria, como en este seminario, se cuenta con una gran oportunidad para compartir experiencias, comparar ideas y ver in situ a ingenieros, pedagogos o psicólogos, exponiendo sobre las tecnologías como medios de innovación para la enseñanza y aprendizaje”.En relación a la modernización de las aulas, la Dra. en informática subrayó que “el enfoque es del profesor, por tanto creo que es esencial modernizar antes a los profesores. Creo que hay que reforzar las competencias de los profesores pero también hay que concordar si el profesor se tiene que transformar en facilitador o tiene que conservar su antiguo rol pero con las nuevas tecnologías y estrategias”.Se superaron las expectativasEn tanto, la Académica del Departamento de Matemática y Ciencia de la Computación de la Facultad de Ciencia de nuestra Universidad e integrante del Comité Científico del Intea, magíster Rosa Barrera Capot, precisó que “claramente se superaron las expectativas porque llegó bastante más gente de lo que teníamos planificado. Teníamos un conjunto de 60 becas para estudiantes y las tuvimos que ampliarlas a 80 y aun así quedó un grupo fuera que de todas maneras les invitamos a ver las ponencias pero sin certificación”.A su juicio, el Congreso fue innovador “porque agrupó a los expositores por temática; al comienzo se hacía una introducción, se exponían los cuatro temas sin preguntas y luego se hacía una mesa de discusión que enriquecía mucho más el diálogo y la comunicación, y se entablaba una discusión más profunda en todos los temas”.En cuanto a la inserción de las tecnologías en la educación, la académica expresó que “causó mucho interés. Más que los conocimientos puros, todas estas experiencias de cómo la tecnología ha ayudado, apoyado y se ha insertado, era de alta expectativa de público”.En ese sentido, explicó que la posibilidad de implementar pronto nuevas tecnologías en la educación, la experta aclaró que “la tecnología nunca es a corto plazo, siempre es a mediano y largo plazo, pero lo importante es que tener este tipo de ideas y de intercambio uno puede consolidar equipos de trabajo, apuntar a temáticas o ir en crecimiento en este conjunto de ideas para ver cómo se pueden canalizar”.Agregó que en el caso de nuestra Universidad “hay algunas ideas en desarrollo y por tanto no estamos en cero. Tenemos plataformas y ya tenemos superado el tema de la conectividad. En concreto, tenemos una infraestructura que nos permite hacer algunas cosas y ahora solo resta potenciarlas”.