“Código de Poder” (2020), “La Revelación de la Sangre” (2022) y ahora “La Sombra de las Espadas” (2024) componen la colección Proyecto Oscurana, propuesta del dibujante y guionista José Ignacio Díaz Matamoros y Editorial Visuales.
El argumento de la saga da cuenta de las historias de Alina, una cría de gato que resiste a una sociedad sumergida en el resentimiento a los de su especie (Benéfica Fascinatio) la que es acusada de todos los problemas públicos, producto de sus habilidades y poderes, razón por la que reciben la denominación de “hechiceros” o “brujos”. En la escuela conoce a Kali y Sáfira, quienes se preparan en la iglesia para detectar “Hechiceros”, pero prontamente se transforman en sus amigas, sin saber aún de su procedencia. Del mismo modo, descubre a Gio y a Romeo, quien es hijo de un afamado senador que levantó el proyecto de Ley Oscurana, que busca terminar con los derechos civiles de los que desdeñosamente llama “brujos”. Mientras avanza la historia, Romeo va revelando su amor por la protagonista.
Proyecto Oscurana 3 contará con una venta especial que inicia el 11 de julio en el sitio web https://pageone.cl/y estará disponible librerías, BuscaLibre y sitios web mencionados en la página de la editorial “Visuales” en https://visuales.net/
Para saber un poco más de esta nueva entrega, conversamos con el autor de la saga, quien nos reveló los inicios de este proyecto y los adelantos de este nuevo número.
¿Cómo nació la idea para elaborar este proyecto de cómic?
-Tuve un primer acercamiento hace ya dos décadas, cuando desde niño comenzó a gustarme el cómic, el animé, el poco manga llegaba a Chile y una que otra lectura y series norteamericanas. En toda esa vorágine, empecé a dibujar un par de animales que se transformaron en una historieta rudimentaria. Al tiempo, reparé en que faltaba una personaje que hiciera un contrapeso a un perro, un gato, un toro, un castor y una tortuga. Con esto en mi mente, cree un universo para la felina, que con el tiempo se convirtió en la saga que comenzó con libro 1 "Código de Poder".
¿Cómo calificarías tu trabajo? ¿Manga, cómic clásico?
-Varias librerías y lectores lo catalogan de "manga". La verdad, es que creo que es cómic estilo manga. Esto porque recojo elementos de la historieta europea, que me gustan bastante; en este caso, la disposición y la diagramación gráfica. Manga, por la estética, no siendo algo absoluto. En el caso de la narrativa, la considero latinoamericanista. Me complace el sarcasmo de Galeano para armar guiones.
¿De qué trata esta última versión y cómo se ligan con las dos primeras?
-Esta es la continuación de los dos libros anteriores. La historia narra el aprendizaje de Alina Daladier para controlar sus poderes, como así también, tener que ocuparlos cuando se pone en riesgo la integridad de sus amigos y la de ella misma. El nombre del libro "La Sombra de las Espadas" se debe a que la protagonista tendrá la responsabilidad de aprender a manejar el símbolo familiar, que lamentablemente para ella, tiene una historia oscura, luego de que en el pasado su raza ostentara el poder.
Te cito: “(busco) … situaciones diversas donde la fantasía no es el fin de la historia, sino el motivo para saber qué ocurre” ¿Cómo esta reflexión se liga a la saga Oscurana?
-Alina es una chica que no ha abordado mucho su faceta de "bruja". Es más, declara que su fin último es estudiar y ser igual que su madre, que es médico. Por su naturaleza y en la época donde vive, debe rápidamente aprender a manejar sus poderes y enfrentar a enemigos que quieren coartar sus derechos civiles. Ahí está la razón; por qué alguien tiene tanto odio para hacer eso y precisamente, lo que plantea la historia. Es buscar la tesis para explicar la xenofobia, el racismo, etc.
¿Cómo has vinculado tu trabajo en el cómic con los estudiantes de la Usach?
-Lo más importante es motivar al estudiantado hacia el ejercicio intelectual que les signifique crear historias. Es sumergirse en aquellos mundos que hace mucho imaginan, pero que todavía no materializan. Explicarles que la narrativa gráfica no es solo hacer personajes que se parezcan al animé de moda; si no que es entender los contextos, aprender de arquitectura básica a partir de elementos constructivos que les permita entender cómo funciona un edificio, por ejemplo. Pero también, es preguntarse seriamente si se pueden dedicar a esto, recalcándoles que el estudiante de la Usach no se caracteriza por el lema "es aperrado" institucionalizado por la carencia, sino que, todo lo contrario, pueden ser líderes, grandes profesionales y por sobre todo, buenas personas, buenos dibujantes y más arriba de eso, ser felices.