El oficial senior de Asuntos Sociales de la División de Desarrollo Social de la Cepal, Simone Cecchini, fue el invitado del Círculo de Café Alumni, para realizar su presentación denominada “Cepal, Modelo de desarrollo, recesión e igualdad social”.
El evento, organizado por la Unidad de Vinculación con el Medio del Departamento de Administración de la FAE, contó con la presencia de la egresada y miembro del Círculo de Honor de Ingeniería Comercial de la Universidad de Santiago de Chile, Verónica Bravo.
Cecchini comenzó su presentación enfatizando en la principal misión de la Cepal que es la promoción y el desarrollo económico y social de América Latina y el Caribe.
Este organismo, perteneciente a la ONU, es un centro de excelencia encargado de colaborar con sus Estados miembro en el análisis integral de los procesos de desarrollo. “Actúa además como asesor en la formulación, seguimiento y evaluación de políticas públicas, así como también entrega información especializada, asesoramiento, capacitación y apoyo en la cooperación y coordinación regional e interregional”, expresó.
La Cepal, desde el año 2010 ha puesto a la igualdad en el centro de su trabajo. “La desigualdad en la región es estructural y está asentada en una matriz productiva altamente heterogénea y en una cultura del privilegio”, señaló Cecchini.
A su juicio, la desigualdad, se conecta con dos áreas principales: en lo económico la heterogeneidad estructural, explicando que esto significa que las economías de América Latina y el Caribe, están basadas en las materias primas, donde también existen empresas globales con alto uso de tecnología, pero que no emplean a un gran porcentaje de la población.
“En la región también existe mucho microempresario y trabajo informal, donde el 54% de la población se desempeña en el sector informal. Esa desigualdad en la economía del mercado laboral se transmite a la sociedad a través de una desigualdad en el ingreso”, puntualizó el economista.
Por otro lado- añadió Cecchini- existe otra visión histórica de la desigualdad, llamada cultura del privilegio. “Esto se ve muy bien reflejado con los pueblos indígenas, históricamente maltratados, o por el rol secundario que tuvieron por muchos años las mujeres, situaciones en las que se han naturalizado las desigualdades y donde se pueden observar privilegios fuertes radicados en algunos sectores”, sentenció.
El oficial superior de asuntos sociales de la División de Desarrollo Social de la Cepal, graficó la matriz de desigualdad, y mostró sus diferentes ejes de la desigualdad; el género, la raza, la etnia, el territorio, la discapacidad y el estatus migratorio que se entrecruzan en distintos ámbitos de la vida: en los ingresos, en el trabajo y empleo.
En los distintos análisis desarrollados por el organismo, Cecchini mostró el aumento relativo a nivel mundial acumulado de los ingresos, desde 1980 a 2016, donde se ve un crecimiento elevado hasta el percentil 40 y después muy alto en el percentil 99. “El mayor aumento ocurrió en el 1% de más altos ingresos a nivel mundial”, aseveró.
El segundo análisis, muestra datos aún más fuertes. En términos absolutos en dólares, expuso cuánto ha aumentado el ingreso cada año de cada decil o percentil de la población. “Vemos que los grandes ganadores han sido el 0,1% de la población, quienes anualmente aumentaron sus ingresos en más de veinte mil dólares; mientras que en gran parte de la población, hasta el percentil 90, el aumento anual de ingresos es casi imperceptible”, sostuvo.
En Chile, en tanto, según los datos de 2017, basados en la Encuesta Financiera de Hogares del Banco Central sobre riqueza neta, se observa que el 1% más rico de los hogares chilenos tienen una riqueza de tres millones de dólares. Eso equivale al 26% de la riqueza nacional. “El decil más alto es de 770 mil dólares, lo que equivale a 2/3 de la riqueza en Chile”, indicó el economista.
Según la Cepal, los grupos más vulnerables en nuestro país están fuera del sistema de protección social. Sólo el 51,2% de las personas de estratos bajos cotiza en el sistema de pensiones, mientras que en los tramos medios altos el 75,7% lo hacen.
“Acá hay un gran problema que se observa también en salud, donde se habla de fragmentación. Gran parte de la población (78%) cotiza en FONASA y sólo el 14% en Isapres. A la vez, el mismo FONASA está segmentado, hay A y B con atención gratuita, pero también hay programas con copago. Entonces hay un problema de desigualdad en nuestro sistema de protección social y además de fragmentación entre el sistema privado, público y de las Fuerzas Armadas”, dijo Cecchini.
Para ver la charla completa del oficial superior de asuntos sociales de la División de Desarrollo Social de la Cepal, ingrese al siguiente link.