Más de un centenar de viviendas afectadas ha dejado un incendio forestal en la Región de Valparaíso que se inició en Laguna Verde y que se propagó hacia zonas pobladas de Puertas Negras y Montedónico.El experto en hábitat y territorio de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. Carlos Muñoz, enfatiza que esta situación no es nueva y recuerda el siniestro ocurrido en 2014 en la quinta región, ocasión que terminó con un saldo de miles de viviendas destruidas y personas damnificadas. “Esto ha ocurrido porque la legislación actual no se ha aplicado”, sostiene.“Esto puede terminar en un sumario, porque si saben que hay asentamientos irregulares y no han cumplido con la aplicación de la ley, ¿qué excusa tienen? Hay viviendas que se han construido sin las normas mínimas exigidas por la ordenanza”, sostiene.Agrega que una acción de este tipo “puede involucrar a alcaldes, por abandono de deberes. Es él quien debe exigirle al director de Obras Municipales que haga su trabajo”.El arquitecto explica que la Dirección de Obras Municipales es la encargada de fiscalizar el cumplimiento de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones, independiente de si existe plan regulador, ya que la ley establece parámetros como el ancho de las calles y el lugar donde las casas pueden ser construidas.“La municipalidad está habilitada y tiene todas las atribuciones del caso, pero no las aplican. Hay intereses creados. Seguramente, a nadie le gusta meterse en ciertos sectores, porque a pesar de ser lo correcto, genera situaciones no deseables en términos de apoyos políticos”, critica.Agrega que “debe aplicarse la ley aunque haya que demoler y despejar. No se trata de dejar sin viviendas a la gente, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo no tendrá problemas en construirlas. La idea es que las hagamos de manera apropiada”.“Valparaíso tiene un plan de ordenamiento bastante antiguo, que no está actualizado, donde se traspasó el limite urbano hace bastante tiempo, por la carencia de terrenos con precio accesible para las personas y con inmobiliarios brujos que no han sido regularizados”, sintetiza.Viviendas susceptiblesEl especialista precisa que una de las mayores falencias que presentan las casas afectadas en este último incendio son su material combustible y la ausencia de mecanismos de cortafuegos que permitan controlar las llamas. “En cinco minutos se quemaban enteras”, indica.“No me cabe la menor duda de que las construcciones no tienen ninguna aprobación de Obras Municipales. No hay un profesional responsable detrás de ello, solo se han hecho por la necesidad y buena voluntad de las personas”, critica.Medidas de corto plazoDe acuerdo a Muñoz, una de las medidas estructurales para solucionar este problema se relaciona con la aprobación de una política nacional de ordenamiento territorial que, entre otras cosas, regule los espacios entre el área urbana y la rural para establecer cortafuegos apropiados. Sin embargo, precisa que esto es de largo aliento y que primero requiere de voluntad política.Por eso, llama a centrarse en iniciativas más urgentes. Es decir, “solucionar y mitigar riesgos inmediatos, y que la reconstrucción en zonas afectadas se haga de manera ordenada para que la ciudad tenga sentido, con las protecciones necesarias respecto a bordes urbanos, además de asegurar acceso a todos los servicios de urgencia y emergencia”.“Aquí estamos al debe. Ya había una tarjeta amarilla hace rato y no se han tomado las decisiones del caso”, concluye.
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El especialista en hábitat y territorio del Plantel, Dr. Carlos Muñoz, estima que la municipalidad debe dar respuesta pública si la Dirección de Obras Municipales cumplió, en este último periodo, su labor de fiscalizar y demoler asentamientos urbanos en lugares que no contempla la ley. “A nadie le gusta fiscalizar en ciertos sectores, porque a pesar de ser lo correcto, genera situaciones no deseables en términos de apoyos políticos”, sostiene en alusión a hechos similares ocurridos anteriormente.
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