Intercambio de experiencias entre planteles:

Universidades del Cruch avanzan en transformarse en instituciones libres de violencia de género

La Dirección de Género, Diversidad y Equidad de la Usach participó, junto a otras Casas de Estudios, en la elaboración de los contenidos del programa y su propuesta metodológica, además, desde el eje de prevención y buenas prácticas, se presentó la experiencia de la Primera Escuela de Voces contra la Violencia de Género realizada el 2020, junto a la Vocalía de Genero y Sexualidades, Vogesex.
En el taller de este enero 2021, los equipos intercambiaron las experiencias de trabajo en violencia de género en las universidades del Consejo de Rectores, cuya sistematización fortalecerá el modelo de abordaje de este problema, teniendo a la vista las estrategias de promoción y prevención, atención y acompañamiento psicosociojurídico, y la reeducación y revinculación de las personas sancionadas.

Por tres jornadas consecutivas, representantes de las unidades de género de las universidades del Consejo de Rectores, Cruch, trabajaron en identificar estrategias que permitan fortalecer los lineamientos del eje destinado a transformar la Educación Superior en una institucionalidad libre de violencia de género.

Esta actividad es parte de los compromisos de la Comisión de Igualdad del organismo, que se asumieron en 2019 y que tuvo, como principal acuerdo, la elaboración de una “Política de prevención, atención, sanción y erradicación de la violencia” que considere con especial énfasis la violencia de género y el acoso sexual en los tres estamentos universitarios, fundada en los compromisos internacionales suscritos por Chile en materia de derechos humanos de las mujeres.

En el taller de este enero 2021, los equipos intercambiaron las experiencias de trabajo en violencia de género en las universidades del Consejo de Rectores, cuya sistematización fortalecerá el modelo de abordaje de este problema, teniendo a la vista las estrategias de promoción y prevención, atención y acompañamiento psicosociojurídico, y la reeducación y revinculación de las personas sancionadas.

En el diseño del programa y su metodología participaron la Universidad de Atacama; Tecnológica Metropolitana (UTEM); Universidad de Santiago de Chile (Usach), Universidad Alberto Hurtado (UAH); Universidad de Talca, Universidad de la Frontera (UFRO), Universidad de Aysén; Universidad de Magallanes y la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE).

La directora de la Dirección de Género, profesora Karin Baeza, valoró el trabajo mancomunado realizado por los nueve planteles que forman el eje “erradicación de la violencia de género”, de la Comisión de Género del Cruch, señalando que ha sido clave en varios sentidos.

“Por una parte, hemos experimentado la potencia del trabajo colaborativo para conseguir mejores resultados de nuestro trabajo en las comunidades universitarias. Por otra parte, a partir de las permanentes reuniones e intercambio de experiencias, nuestros equipos se han nutrido y ganado perspectiva”, explicó.

“En términos de agenda pública, no menos importante, todo este trabajo aporta para que la Comisión de Género del Consejo de Rectores gane protagonismo como actor relevante en la discusión sobre igualdad de género en la Educación Superior. Continuaremos en la misma senda este año, tenemos varias ideas ya en carpeta”, sostuvo Karin Baeza.

En el ámbito de la prevención y promoción hubo acuerdo en evidenciar en los lineamientos de la política, el impacto que tiene la violencia de género en la trayectoria educativa y académica, y las estrategias que permitan resignificar estas experiencias en el ámbito individual, comunitario e institucional considerando un enfoque interseccional, es decir, incorporando las múltiples discriminaciones que puede vivir una persona.

Se hizo hincapié en las capacitaciones como una oportunidad para que las unidades académicas y administrativas, inicien sus propios procesos formativos con mayor autonomía. Como un tema emergente, aparece la violencia de género digital: una dimensión a trabajar a nivel universitario y normativo en el actual contexto de crisis sanitaria.

La psicóloga responsable del eje de prevención y promoción de la Dirección de Género, Diversidad y Equidad de la Usach, Paula Vargas definió las jornadas como un espacio que se caracterizó “por un nutritivo diálogo entre los planteles como resultado de un trabajo colaborativo gestado durante todo 2020”.

Añadió que “su objetivo fue fortalecer de manera participativa el modelo de abordaje de la violencia de género a nivel universitario. En ese marco, uno de los aspectos que destaco, es la posibilidad de reflexionar y conocer distintas realidades respecto a la violencia de género, su magnitud y las formas que en que se manifiesta en cada comunidad. Por ello, resulta fundamental también un es la necesidad de incorporar la perspectiva territorial, que comprenda las particularidades de cada universidad”, precisó Paula Vargas.

Otro desafío a nivel de universidades es abordar la violencia de género en su conjunto, teniendo en cuenta todas las manifestaciones que contemporáneamente van emergiendo, por ejemplo, incorporar dentro de las líneas temáticas para su abordaje, las conceptualizaciones en torno a las masculinidades, a las diversas “formas de ser” hombre y llegar a aquellas comunidades que se encuentran aún lejanas a la temática.

Acerca de las experiencias en atención y acompañamiento psicológico, social y jurídico, se concluyó la necesidad de relevar en el lineamiento de abordaje, el papel que tiene para la persona; la primera consulta que realiza momento que debiera permitir tomar una decisión autónoma e informada; y la identificación de los recursos personales y sociales que se pueden activar para la contención y la protección de la persona afectada.

Respecto a la investigación de las situaciones de acoso sexual y violencia de género que ocurren en las universidades, se da cuenta de nudos que cruzan el trabajo de las unidades de género vinculados con la formación de quienes investigan, los tiempos que duran los procesos investigativos y la transparencia en la información de los resultados, sin que estos colisionen con la confidencialidad como principio rector.

Mejorar la gestión de la comunicación en el desarrollo de las investigaciones es una de las buenas prácticas que se identificaron para incorporar en la “Política de prevención, atención, sanción y erradicación de la violencia”, que está trabajando la Comisión de Igualdad de Género del Cruch.

Autor: 
Mónica Maureira