En el marco del proyecto impulsado por parlamentarios de la Comisión de Educación que busca eliminar estos deberes escolares, el académico e investigador de la Universidad, Dr. Jaime Retamal, sostiene que cuando estas actividades representan más de media hora al día son excesivas, considerando la Jornada Escolar Completa.
Un proyecto de ley ingresado recientemente al Congreso por parlamentarios del oficialismo busca terminar con las tareas escolares en la educación básica y media con Jornada Escolar Completa (JEC).Al respecto, el experto en educación de la Universidad, Dr. Jaime Retamal, sostuvo que “una buena ley que regule el tema de las tareas no tendría por qué rechazarlas en un 100%. Lo recomendable es que se normen para que no impliquen un estrés crónico, regulando también la Jornada Escolar Completa de manera que los estudiantes ocupen el tiempo de manera efectiva y que no se lleven trabajos de más de diez minutos para su casa”.Para el Doctor en Educación, se puede hablar de exceso de tareas cuando estas representan una dedicación de “más de 30 minutos al día, lo que es excesivo en el contexto de la Jornada Escolar Completa”.En ese sentido, el académico e investigador del Departamento de Educación sostuvo que “la Jornada Escolar Completa es una promesa no cumplida y debe ser reevaluada porque hay evidencia de que muchas horas se dedican solo para preparar el SIMCE o la PSU”.Como modelo a seguir, el experto cita el sistema educativo de Finlandia, ya que en el país europeo los estudiantes apenas realizan deberes fuera del establecimiento educacional. “Si miramos esos sistemas, nos damos cuenta de que no hay tareas porque el estudiante también aprende fuera del colegio mediante otras formas, como jugando en un parque o asistiendo a un museo”.¿Es aconsejable que se normen las actividades curriculares por ley?“Siempre sería mejor usar el criterio pedagógico al interior de las comunidades escolares, pero me parece recomendable que se discuta en el Congreso qué es lo que están haciendo los profesores y las escuelas con la formación de los niños”, afirma el especialista.Sobre la causa de fondo que motivó la presentación de este proyecto, señala categórico: “el sistema escolar chileno está enfermo de rendimiento”.“Se ha confundido calidad por rendimiento en pruebas estandarizadas, cuando las tareas lo único que hacen es fomentar el trabajo en la casa para rendir más, no necesariamente para aprender más”, enfatiza.¿Cuáles son las tareas negativas y cuáles, las positivas?El Dr. Retamal puntualiza que las tareas que pueden ser consideradas como negativas son aquellas “que están hechas solo para rendir, presionar y tener a los estudiantes en un cuadro de rendimiento activo”.Explica que el riesgo de una excesiva cantidad de tareas para la casa radica en que “un niño puede perder el interés por el aprendizaje. El estrés crónico escolar y los cuadros ansiosos escolares son tremendamente dañinos para la motivación del estudiante. Es una presión inadecuada que termina generando una fobia a la escuela y que redunda en acciones como no querer asistir ni rendir en el colegio”.No obstante, sostiene que no todas las tareas son perjudiciales. “Las tareas perjudican cuando son sin sentido y generan un estrés o un daño, pero hay algunas que pueden ser buenas cuando tienen sentido para un estudiante individual, cuando les gustan a los estudiantes o cuando nacen de sus motivaciones y deseos”.¿Qué podría suceder durante el debate de esta iniciativa?“Los padres están en una situación paradójica, porque vivimos en una sociedad que valora cierto tipo de exitismo que enferma también al sistema escolar. Por eso, creo que se van a dividir entre aquellos que están a favor de presionar escolarmente a los estudiantes, para que rindan más y sean exitosos, de aquellos más preocupados de la salud socioemocional de sus pupilos y del valor educativo de la escuela, en desmedro de su valor de uso, economicista”, proyecta el académico.