El 9 de abril de 1947, durante el gobierno del presidente Gabriel González Videla, un decreto del Ministerio de Educación Pública mandata la creación de la Universidad Técnica del Estado (UTE), institución que fusionó las principales escuelas politécnicas del país.A la Escuela de Artes y Oficios de Santiago, fundada un siglo antes, se le unieron la Escuela de Minas de Copiapó, la Escuela de Minas de Antofagasta, la Escuela de Minas de La Serena, la Escuela Industrial de Concepción, la Escuela Industrial de Valdivia y la Escuela de Ingenieros Industriales. Posteriormente ocurriría lo mismo con la Escuela Industrial de Temuco y el Instituto Pedagógico Técnico, además de la creación de las sedes de Punta Arenas y Talca.Y si bien luego de 34 años el proyecto continuaría su curso, lo haría bajo un nuevo nombre: Universidad de Santiago de Chile. Esto, como consecuencia del decreto ley mandatado por las autoridades de la dictadura, el que además estableció que sus sedes regionales se transformaran en nuevas universidades e institutos profesionales.Sin embargo, el recuerdo de la UTE sigue vigente, tal como ocurrió en la ceremonia de conmemoración de sus 70 años, celebrada en el Salón de Honor del Plantel y presidida por el Dr. Juan Manuel Zolezzi Cid, instancia en la que la Corporación Solidaria UTE-USACH entregó por segunda vez la medalla “Enrique Kirberg Baltiansky”, en recuerdo del ex Rector de esta institución estatal y pública. Espíritu de solidaridad Con el foco instalado en la contribución de la UTE al desarrollo del país, como fue el proceso de fomento de la enseñanza técnico profesional, los distintos discursos dieron paso a una jornada plena de recuerdos y emociones, ante la presencia de miembros de la Corporación Solidaria UTE-USACH, pero también, y con igual entusiasmo, de estudiantes de hoy, de la Universidad de Santiago de Chile.Precisamente el Rector Zolezzi recordó que la contribución de la Universidad Técnica del Estado está marcada por la coherencia y fidelidad a un mandato que le fue entregado explícitamente, en el que se combinan los objetivos de formar los profesionales que el país requería para los procesos de industrialización y desarrollo de su estructura productiva, así como posibilitar la movilidad e inclusión social de los sectores populares hacia el conocimiento superior.“La reforma de la Universidad iniciada en la década de los sesenta reforzó esos contenidos identitarios sociales y políticos”, planteó la autoridad. Asimismo, destacó el “hermoso espíritu solidario” que movilizó a miles de egresados de la UTE, quienes se volcaron de manera decidida en beneficio de la sociedad. “Los trabajos de verano e invierno, los convenios firmados con otras instituciones para fortalecer la educación que se impartía, el esfuerzo entregado por cada joven para mejorar la sociedad, no cabe duda que constituyen pilares que son propios de nuestra Casa de Estudios Superiores”, aseguró. Motor de cambio social Por su parte, el presidente de la Corporación Solidaria UTE-USACH, Emilio Daroch Fernández, junto con realizar un repaso al proceso histórico de esta institución, rememoró que “la sintonía entre el movimiento estudiantil y el Rector de la Reforma Educacional, Enrique Kirberg, permitió que esta Casa de Estudios Superiores fuera la única Universidad que por casi cinco años experimentara la reforma en la práctica”.En ese sentido, no dudó en valorar que “el desarrollo gigantesco que caracterizó a la Universidad Técnica del Estado, su inserción en las grandes tareas nacionales, el aporte al país de sus académicos y estudiantes, no lo puede exhibir ninguna otra Casa de Estudios Superiores de ese periodo ni de la actualidad”.También se sumó a estos reconocimientos el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago de Chile (Feusach), Patricio Medina Johnson, refiriéndose especialmente al aporte de la UTE en el plano de la enseñanza, especialmente en cuanto a la incorporación de trabajadores e hijos de estos como estudiantes.“Uno de esos obreros sindicalizados era Víctor Manuel, quien nace en un pequeño pueblo de la Sexta Región, llamado Cumpeo. Huérfano de padre y madre, comienza a trabajar como arriero pasando ganado de Chile a Argentina. Con los años emigra a Santiago y comienza a trabajar en Cervecerías Unidas, ejerciendo su labor de dirigente sindical y luchando por las reivindicaciones de las y los trabajadores. Con 38 años la Universidad Técnica del Estado le da la posibilidad de estudiar, titulándose cuatro años más tarde como constructor civil”, relató el presidente de la Feusach, agregando que “Víctor Manuel Morales Silva fue mi abuelo, el cual me enseñó a mí y a toda mi familia lo importante de la educación pública como motor de cambio social”. Conservación del legado UTE La última parte de la ceremonia estuvo destinada a la entrega de la medalla “Enrique Kirberg Baltiansky” a dos miembros de la Corporación, cuyo objetivo es mantener, a través de los homenajeados, el espíritu de desarrollo de quien fuera Rector del Plantel entre los años 1968 y 1973, representando el sello social, de solidaridad, democracia y visión país.El primero, Alejandro Yáñez Betancourt, ex presidente de la Federación de Estudiantes de la UTE. El segundo, Mario Navarro Cortés, ex secretario nacional de Extensión y Comunicaciones de la UTE. Éste último, en su discurso, recordó que “la complejidad de sus objetivos y multiplicidad de funciones que la Secretaría Nacional debía cumplir, determinó estructurar y coordinar el trabajo en los Departamentos de Extensión Docente, Extensión Artística y Comunicaciones. Esa fue nuestra organización”, detalló.Igualmente, resaltó que “también dependía de nosotros el convenio CUT-UTE, programa especial y de alta relevancia tanto para los trabajadores como para la Universidad”, concluyendo que “hoy, las variadas y grandes realizaciones de la Universidad Técnica del Estado y su Reforma continúan vivas, siendo capaces de atravesar el tiempo, conservando sus logros y acrecentando su legado”.La jornada llegó a su fin con un momento tan especial como cada uno de los episodios vividos durante la ceremonia, cuando los asistentes entonaron el himno de la Universidad Técnica del Estado junto al Coro de la Universidad de Santiago de Chile.
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El Rector Dr. Juan Manuel Zolezzi Cid, quien se formó en la UTE, recordó que la contribución de la Universidad Técnica del Estado está marcada por la coherencia y fidelidad respecto de la formación de profesionales en función de los procesos de industrialización del país, posibilitando la movilidad e inclusión social. “Los trabajos de verano e invierno, los convenios firmados con otras instituciones para fortalecer la educación que se impartía, el esfuerzo entregado por cada joven para mejorar la sociedad, no cabe duda que constituyen pilares que son propios de nuestra Casa de Estudios Superiores”, valoró la autoridad.
Redacción