Ingeniería Ambiental aporta con proyectos creados por medio de la metodología de aprendizaje activo

El curso “Tratamiento de Residuos Sólidos y peligrosos”, dictado por el Dr. René Garrido, jefe de la carrera de Ingeniería Ambiental, se basó en una metodología que incluyó salir de la sala de clases a vincularse con una empresa y una comunidad para solucionar diversos problemas de índole ambiental. Al final del programa, se presentaron los proyectos a la empresa Veolia para ver la factibilidad de desarrollarlos en la comunidad de Lo Vial.

Los desafíos que deben enfrentar los ingenieros en la sociedad contemporánea, exigen de las facultades de Ingeniería una formación que articule aspectos académicos, científicos, de formación personal y profesional en un marco de  responsabilidad social. Frente a este escenario, las metodologías de aprendizaje activo adquieren gran importancia y ya son varias las acciones que la Facultad de Ingeniería y sus departamentos están implementando al respecto.En esta ocasión, el departamento de Ingeniería Geográfica y la carrera de Ingeniería Ambiental, implementaron en el curso “Tratamiento de residuos sólidos y peligrosos” la metodología de aprendizaje activo, el cual terminó el pasado 6 de marzo con la presentación de potenciales proyectos a la empresa Veolia, para ser desarrollados en la Comunidad de Lo Vial.El Dr. René Garrido, a cargo del curso, remarcó el éxito de esta nueva modalidad. “La instancia de cierre del curso es mostrar todo un semestre de trabajo en terreno con Veolia y una comunidad con la cual la empresa trabaja y apoya directamente. De esta manera, vinculamos lo social con el trabajo de Ingeniería”, indicó.Veolia entregó la problemática al curso iniciándose un cronograma de trabajo que incluyó constante evaluación de los estudiantes para definir, según las necesidades de la comunidad, cómo enfocar el desarrollo del mismo. El cierre del curso es la evaluación de todo el trabajo con la prospección de proyectos para la empresa, los cuales refieren a economía circular del papel y focos productivos para generar un oficio desde el reciclaje, la valorización de aceite usado y desarrollo de gestión y creación de un punto limpio integrado en la comunidad.“No es llegar y replicar las cosas que se hacen afuera, hay que conocer a la comunidad y eso hicieron nuestros y nuestras estudiantes. Fueron cuatro sábados en terreno, con mucho compromiso de parte de ellos. Estaban muy interesados en trabajar”, agregó el Dr. Garrido.Desde el punto de vista académico, el jefe de carrera señala que “hay que prospectar el desarrollo de nuevas metodologías de aprendizaje y este es uno de ellos. Las y los estudiantes ya no son pasajeros, ellos toman el volante de su proceso de aprendizaje y este curso les permitió conocer lo que significa trabajar basado en proyectos y el aprendizaje de servicios. Estamos trabajando en buscar proyectos nuevos para poder desarrollarlos en conjunto nuevamente porque esto funciona. Después de esta experiencia ya no se puede volver a la clase común y corriente que uno conocía”.Para la empresa Veolia también fue una grata experiencia. Paulina Zúñiga, ingeniera de control ambiental del relleno Santiago Poniente, señaló que “los proyectos que nos han presentado los estudiantes son de gran nivel y remarcan la comprensión social de la problemática. Superamos las expectativas, sacamos muchas conclusiones y queremos seguir. Yo soy usachina, de este departamento, y ver cómo implementan el aprender-haciendo me enorgullece”.

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