Un estudio realizado por el Consorcio de Universidades del Estado (CUECh) concluyó que el 48% de los postulantes a universidades estatales, que participó en el proceso de admisión 2017, se quedó fuera de estas instituciones, por la falta de vacantes.Para el experto en filosofía de la educación y académico de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. Mario Sobarzo, esta situación se produce porque, en las últimas dos décadas, a las universidades estatales solo se les ha permitido incrementar su cantidad de matriculados en un 10%, mientras que a las privadas no se les ha colocado ninguna limitante. Esto, a su juicio, les habría permitido a estas últimas acaparar alrededor del 80% del total de la matrícula en educación superior, al absorber la demanda de quienes no pueden inscribirse en instituciones del Estado.“Esta norma no tiene ninguna funcionalidad y no ayuda a regular el sistema. Solo se hizo como un modo de generar un incentivo positivo a las universidades privadas, para ayudarlas a que crezcan”, sostiene el académico. “Hay una competencia que no es muy leal, porque las universidades del Estado están reguladas por ley versus las universidades privadas, a las cuales solo las regula el mercado o la voluntad del dueño de definir el crecimiento, muchas veces especulando, porque a veces abren carreras y si no se matricula la cantidad suficiente de estudiantes, la cierran”, agrega.Por eso, el Dr. Sobarzo considera necesario que a las universidades estatales se les permita “liberar” el crecimiento de su matrícula, a objeto de equiparar el tamaño del sector público con el privado en educación y permitir que las instituciones del Estado realicen más investigación, al tener más estudiantes. “Hoy debemos avanzar a un sistema verdaderamente mixto. Lo que nosotros tenemos hoy es un sistema con un 80% de matrícula privada y solo un 16% de matrícula estatal, así que hablar de sistema mixto con estas cifras es al menos discutible, por no decir que es una mentira”, sostiene.RecursosPara el académico, permitir que las universidades incrementen su matrícula implica considerar recursos asociados a un mayor desarrollo de infraestructura. En ese sentido, considera que entregar los mismos fondos a la educación pública que a la privada sería un despropósito, ya que debe equipararse la brecha antes mencionada y fortalecer la investigación orientada exclusivamente a fortalecer tanto el desarrollo regional como el proyecto país.“Es bastante pobre guiarse por la acreditación para saber a quién se le permite crecer. Esa es la mirada que hoy tiene a la educación con una profunda desafección social, crítica por los grados de endeudamiento que supone, y de segregación que existe respecto a las diferentes universidades”, concluye.
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El académico de la U. de Santiago, señala que el hecho de que un 48% de los postulantes a planteles del Estado quede fuera de estas instituciones se debe a la falta de vacantes en el sistema público, pues pese a su reconocida calidad académica sólo se les ha permitido incrementar la cantidad de matriculados en un 10%. La situación contrasta con el tamaño del sector privado, que acapara el 80% de la demanda en educación superior y que no cuenta con limitantes. “Hay una competencia que no es leal. Por eso debemos avanzar hacia un sistema verdaderamente mixto y no como el que tenemos”, advierte.
Redacción