Con la conferencia “Los desafíos de Brasil en la era Bolsonaro”, que presentó el Dr. Doriam Borges, se dio inicio a la tercera sesión de los Debates Internacionales FAHU, el pasado miércoles 8 de mayo, en el Auditorio C del Edificio de la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio USACH.El investigador de la Universidad de Río de Janeiro (Brasil) se refirió al antes y después de la potencia sudamericana luego de las elecciones presidenciales. En este sentido, el Dr. Borges manifestó que “hablamos de un antes, porque en Brasil se provocó un sentimiento de odio contra el Partido de los Trabajadores (PT) y el Presidente Lula Da Silva, lo que desembocó en un escenario de protestas muy importante durante el año 2013. Lamentablemente de este movimiento surgió la figura de Bolsonaro como un salvador”.El académico se refirió al importante papel que jugaron las redes sociales en la construcción y fortalecimiento de esta imagen que impulsó la antipatía hacia el gobierno. “Para muchos investigadores de la política la elección que dio por triunfadora a la extrema derecha no fue por el bolsonarismo, sino que por el voto anti PT y antilulismo”, expresó.El analista brasilero señaló que después de los primeros 100 días de gobierno, éste se ha mostrado como “una administración insatisfactoria, confusa y de poca articulación política”. Un claro ejemplo de esta afirmación ha sido la participación de la familia Bolsonaro y algunos de los personeros de su círculo más cercano que ha afectado la estabilidad del gobierno, la política y la economía. “De hecho, la estimación para el PIB va en reducción en comparación al primer trimestre del año anterior, además, el Presidente impulsó la flexibilización de armas, que excede la legislación actual creando un decreto que sobrepasa su poder como Ejecutivo, lo que ha generado una gran discusión en todo Brasil”, indicó el Dr. Borges.Política InternacionalEl Dr. Borges define a Bolsonaro como “un extremista de derecha que tiene fuertes relaciones con los gobiernos populista de Europa, pero por sobre todo con Donald Trump, con el que está intentando articular relaciones de negocios. En su visita a EEUU realizó algunas negociaciones, pero todos estos pactos o convenios tendrán un precio muy alto para Brasil”.En cuanto a la relación con Israel, señaló que “es muy confusa y no ha tenido resultados positivos ni para Brasil ni para Israel. En su campaña, Bolsonaro prometió que crearía un consulado en Jerusalén, pero no se ha concretado”, indicó el investigador.El académico indicó que Bolsonaro quiere funcionar como un mediador entre diferentes grupos de interés, como lo ha hecho en su país. “Él tiene relaciones con conjuntos de militares, grupos religiosos y también ideológicos liderados por Olavo de Carvalho, pero no ha logrado nada para ninguno de los sectores que lo han apoyado y lo mismo le ocurre a nivel internacional. El gobierno de Bolsonaro es un régimen sin rumbo, un desgobierno”, advirtió.
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El destacado investigador de la Universidad de Río de Janeiro (Brasil) presentó su conferencia en el marco de la tercera sesión de estos encuentros sobre política internacional organizados por la Facultad de Humanidades. El la ocasión, el académico expuso sobre el proceso de elecciones presidenciales y los primeros 100 días del gobierno de Jair Bolsonaro.
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