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Taller impulsa a académicos a ejecución de Proyectos de Innovación

Taller impulsa a académicos a ejecución de Proyectos de Innovación

Organizada por la Dirección de Pregrado junto a la Unidad de Innovación Educativa, la cuarta versión de esta iniciativa permitió analizar el  impacto que han tenido estos proyectos a nivel universitario. A su vez, fue posible identificar perspectivas e instrumentos para su evaluación a través de la experiencia de los académicos participantes en años anteriores.
 

Con la participación de los responsables y colaboradores de Proyectos de Innovación Docente (PID), el 29 de junio se realizó el cuarto Taller de Fortalecimiento a la Ejecución de Proyectos de Innovación Docente, denominado “La evaluación de los impactos de las innovaciones y sus resultados: perspectivas e instrumentos”, organizado por la Dirección de Pregrado en conjunto con la Unidad de Innovación Educativa (UNIE).

La actividad, que se realiza durante el primer año de los Proyectos de Innovación Docente, tuvo como objetivo analizar la importancia de evaluar el impacto de las innovaciones, identificando perspectivas e instrumentos para su evaluación considerando las experiencias de innovación de pares docentes y brindar un espacio de reflexión y trabajo práctico sobre los proyectos de este período.

Este proceso se enmarca en el acompañamiento que la Vicerrectoría Académica dispone para los proyectos en ejecución, y que tiene como objetivo brindar el apoyo metodológico a los docentes, específicamente, en la redacción de indicadores que permitan evaluar los resultados de sus innovaciones, cuyo propósito es apoyar y fortalecer la labor del profesorado universitario por medio del desarrollo de innovaciones que aporten una mejora al proceso de enseñanza y aprendizaje de nuestros estudiantes.

Al respecto, la Coordinadora de los Proyectos de Innovación Docente,  Georgina Durán, destacó “la importancia de nutrir el trabajo de los nuevos proyectos con la experiencia y el aprendizaje que han logrado otros equipos docentes que han finalizado satisfactoriamente sus innovaciones y que de alguna manera han realizado el ejercicio de evaluación sus resultados. En el fondo aprender de la práctica”, destacó.

Durante la jornada, realizada en dependencias del Citecamp, se realizó una mesa de experiencias docentes en que destacaron las presentaciones de los académicos de la Facultad de Ciencias Médicas, Mónica Candia Aliaga y Carlos Godoy Guzmán quienes expusieron los resultados de sus proyectos “Experiencia de humanización y conciencia corporal en apoyo a la gestación parto nacimiento consciente” y “Estudio de caso como herramienta didáctica de enseñanza de la histología y anatomía placentaria humana”, respectivamente.

“Me pareció excelente conocer las experiencias de los profesores que iniciaron el taller porque mostraron un ejemplo práctico de lo que se solicita para la evaluación. Además, fue en un momento oportuno, pues estamos a punto de enviar el primer informe de avance y nos permite plantearnos cómo evaluar tanto la satisfacción como el aprendizaje en las siguientes etapas del proyecto. Agradezco, sin duda, el acompañamiento a través de los talleres que han organizado”, manifestó la académica  Silvia Tecpan Flores, del Departamento de Física.

María Luisa Saavedra Q, académica del Departamento de Ingeniería Química, manifestó que "sin duda que los talleres de apoyo a proyectos PID son fundamentales para avanzar en su desarrollo, la difusión de proyectos terminados o en etapa final, permite aprovechar experiencias previas, conocer los impactos que han tenido los proyectos y  rescatar ideas posibles de aplicar. También, el intercambio de experiencias entre los asistentes, es valioso porque permite un aprendizaje colaborativo, especialmente entre aquellos grupos que tiene proyectos similares”.

Torneos de Innovación Lions Up en la recta final

Torneos de Innovación Lions Up en la recta final

  • Tras dos meses y medio de preparación en los certámenes que impulsa la Universidad bajo el alero del proyecto Nueva Ingeniería 2030, los estudiantes asistieron a las charlas de tres destacados profesionales con temáticas fundamentales para esta etapa de cierre, como informática, prototipaje, biblioteca digital y comunicación efectiva.

 






Se han cumplido 2 meses y medio de preparación y mentoring en los torneos de innovación que está impulsando la Facultad de Ingeniería, en el marco del proyecto Nueva Ingeniería para el 2030. En esta instancia, que significa enfrentar la recta final de los certámenes, los estudiantes recibieron la visita de 3 profesionales, cuyas charlas se enfocaron en temáticas muy importantes para enfrentar el cierre.

Carolina Bonacic, Doctora en Ciencias de la Computación de la Universidad Complutense de Madrid y Directora de Laboratorio de Informática de CITIAPS, realizó la charla “Descubriendo el riesgo de una aplicación de software”, en la que entregó su visión de cómo impulsar rápidamente las mejoras a una App o un software.

Paralelamente, Francisco Rojas, Diseñador Industrial de la Universidad de Chile y ex Director Ejecutivo de CIDI (Centro para la Innovación y Desarrollo de la Industria) expuso sobre “Prototipaje desde la experiencia en Chile”, dando ejemplos e información relevante de cómo un proyecto debe empezar su etapa de prototipo.

Finalmente, Sebastián Lillo, Psicólogo y Magister en Políticas Públicas de Carnegie Mellon University e investigador de la Vicerrectoría de Investigación, Desarrollo e Innovación de la Universidad de Santiago, expuso sobre “Biblioteca Digital y Comunicación Efectiva”, refiriéndose a cuál es la forma más rápida de encontrar información en la web, junto con dar a conocer la gran cantidad de información que la Biblioteca de la Universidad tiene, digitalizada, y a disposición de sus estudiantes.

Con las sugerencias facilitadas por los 3 profesionales, los participantes de Lions Up podrán perfeccionar distintos aspectos relacionados con sus proyectos y así enfrentar mejor preparados las instancias finales de los torneos, los que buscan instalar en los estudiantes de Ingeniería los conceptos claves de la innovación y el emprendimiento.
 

Pablo González, ganador de concurso Despega Usach: “Agradezco a la Universidad por interesarse en mis ideas”

Pablo González, ganador de concurso Despega Usach: “Agradezco a la Universidad por interesarse en mis ideas”

  • Lo que partió como el proyecto Class Track, un software de gestión curricular que permite optimizar el tiempo de los profesores en la preparación de sus clases, convirtió a este estudiante de Ingeniería Civil en Informática a sus 24 años en uno de los vencedores del certamen y le permitió acceder a una pasantía de dos semanas en el Stanford Research Institute, en San Francisco, Estados Unidos.

 





De lunes a viernes, Pablo González Alarcón viaja desde Peñalolén hasta la Universidad de Santiago de Chile, donde estudia la carrera de Ingeniería Civil en Informática. A sus 24 años, también dedica varias horas a su trabajo de gerente general de la empresa Codelovers, la que formó junto a tres amigos.

Lo que partiera como el proyecto Class Track, un software de gestión curricular para profesores, hoy le permite tener presencia en colegios de cinco regiones del país e incluso posibilidades de desarrollarse en el extranjero.

Primero fue una idea. Luego surgió la necesidad. Finalmente, se decidió a concretar su sueño, el que comenzó a gestarse a los quince años. “Desde que estaba en octavo básico que trabajo. Y siempre me hacían liderar proyectos, por lo que las ideas ya estaban dando vueltas”.

Los sábados Pablo vendía pernos en una ferretería. “Me levantaba a las 6:30 y trabajaba hasta las 20:00 horas. Luego pasé al área de control de proyectos, donde recibía mucha información”. Poco después cambiaría de rubro. Ingresó a la editorial Zig-Zag.

Sus potencialidades estaban a la vista. Pero aún faltaba algo para dar el gran salto. “Siempre creí que podría lograr mucho, tenía las ganas y la visión, pero faltaba la formalización de los conocimientos”, cuenta.

Estudiar y trabajar para cumplir el sueño

En 2011 ingresa a la Universidad de Santiago de Chile a estudiar Licenciatura en Ciencias de la Computación. Sin embargo, en el cuarto semestre decide cambiarse a Ingeniería Civil en Informática. “Necesitaba prepararme en otras cosas además de computación, como liderar una empresa y hacer negocios”. Por ello, reconoce que la Universidad jugó un rol fundamental para ese camino.

Paralelo a sus estudios, Pablo continuó trabajando los fines de semana en la editorial Zig-Zag. La idea de desarrollar un proyecto seguía avanzando. “Recibía muchas quejas de profesores. Conocía los problemas que existían en el mercado y sabía que podía ayudar y hacer algo para que eso se solucionara”. El software Class Track rápidamente daría paso a la Empresa Codelovers.

Durante el proceso, fundamental ha sido el apoyo de su papá, mamá y hermano menor, así como de su polola. “Mi familia entiende que tengo que hacer cosas diferentes y que no he avanzado al mismo ritmo de mis compañeros. Pero lo aceptan y me apoyan”.

Un nuevo paso con Despega Usach

Junto con acceder a un premio de “Capital Semilla” de Corfo, Pablo decide participar en la primera versión del concurso Despega Usach. “Agradezco el interés que hubo por mis ideas de parte de la Universidad”, dice. De hecho, fue uno de los cinco ganadores para acceder a una pasantía de dos semanas en el Stanford Research Institute, ubicado en San Francisco, Estados Unidos.

Las consecuencias han sido evidentes. “Varios compañeros me piden ayuda para sus proyectos. Mi relación con ellos y con los profesores ha sido muy buena, pues me animan a que siga con mi proyecto. Esta Universidad fomenta ese espíritu de compañerismo”, asegura.

A eso se suma una charla que ofreció el pasado miércoles a los postulantes de la segunda versión del concurso. “Es algo que ayuda en la autoestima. Saber que te valoran y que hay mucha gente que te sigue, te da una fortaleza extra”, relata.

Más proyectos y terminar la carrera

El software Class Track, aplicable en diversos tipos de plataformas digitales, parte de la necesidad que tienen los profesores para planificar sus clases y disminuir los tiempos dedicados a tareas administrativas, para que en pocos pasos puedan acceder a toda la información que necesitan “Son más de 800 los usuarios del software”, detalla Pablo.

Desde su empresa ubicada en una casa del Barrio República, en la que hoy trabajan doce personas, también proyecta su internacionalización. “Estamos en conversaciones para trabajar con el Ministerio de Educación de Perú, probablemente a principios de 2017”.

Respecto de su carrera, aún le restan siete asignaturas. “Tengo la certeza de que lo lograré, a pesar de que siempre existe la tentación de dedicarse exclusivamente a la empresa, en la medida que sigue creciendo”. ¿Su siguiente paso? Cursar un MBA.

 

Álvaro Portugal: “La Universidad de Santiago enseña a perseverar”

Álvaro Portugal: “La Universidad de Santiago enseña a perseverar”

  • Hace 14 años, el actual integrante del Comité Empresarial de Egresados de nuestra Corporación fundó la empresa Blue Company, vinculada al área del diseño y creación de tecnologías digitales. “Lo que me gustaba de la tecnología y lo que me sigue gustando tiene que ver con el hecho de cómo incide en las prácticas cotidianas de las personas”, explica este exitoso ingeniero civil en Informática.

 

Una exitosa carrera ligada al emprendimiento y la innovación en el ámbito de la tecnología ha desarrollado Álvaro Portugal, 43 años, titulado en Ingeniería Civil en Informática y Computación de la U. de Santiago de Chile.

Hace 14 años, el también integrante del Comité Empresarial de Egresados de nuestra Corporación, fundó la empresa Blue Company -vinculada al área del diseño y creación de tecnologías digitales- junto a Paolo Colonnello, también ex alumno de la U. de Santiago.

Entre sus múltiples galardones, puede mencionarse su reconocimiento como "Joven con éxito 2007" por el Diario Financiero, su inclusión como uno de los “100 jóvenes líderes” (2008) en la Revista Sábado de El Mercurio o su presencia en el listado de la Revista Placeres “50 influyentes del buen vivir” (2011).


No dejarte vencer

Álvaro Ingresó a la U. de Santiago de Chile el año 1991, para estudiar la carrera de Ingeniería Civil en Informática y Computación. “En esa época todavía se ocupaban computadores con pantallas verdes y estaba recién partiendo internet como lo conocemos actualmente”, recuerda.

Desde su etapa escolar, siempre fue un amante tanto de la tecnología como de las carreras humanistas, preferencias que casi lo impulsan hacia un camino ligado al Periodismo o la Arquitectura.

“En rigor, lo que me gustaba de la tecnología y lo que me sigue gustando tiene que ver con cómo cambia las prácticas de la gente. Es decir, la tecnología modifica las formas de hacer las cosas y de diversas maneras. Da muchas posibilidades, optimiza los recursos (…) y también permite un grado de creatividad muy alto. Por eso elegí Ingeniería y en particular Ingeniería Informática”, agrega.

Ya en la Universidad, no sólo conoció BitNet -red internacional de computadoras de centros docentes y de investigación, calificada muchas veces como “preinternet”-, sino que adquirió una serie de enseñanzas, valores y maneras de enfrentar diversos problemas y desafíos, los que ha conservado durante toda vida.

Uno de ellos es el trabajo en equipo, el que, a su juicio, ha desarrollado fuertemente durante su trayectoria.

Sobre este punto, recuerda con nostalgia que muchos de sus profesores le enviaban “tareas imposibles”, como, por ejemplo, estudiar en detalle tres libros en inglés de 400 páginas cada uno.

Para sortear el desafío, junto a sus compañeros armaban espontáneos grupos de estudio después de finalizadas las clases. En ellos, “un equipo le explicaba los cinco primeros capítulos de un libro al otro, se hacían preguntas y después realizábamos pruebas entre nosotros para entender la materia completa, cosa que no habría sido posible si no hubiésemos tenido toda esta organización”.

Enfatiza que la U. de Santiago, de acuerdo a su experiencia formativa, moldea a sus estudiantes con un temple característico, asociado a la perseverancia, a no dejarte vencer y a enfrentar sin tapujos el fantasma del fracaso.

"Yo venía de un colegio en el cual me iba súper bien, siempre fui de los primeros del curso, pero entrando en la Universidad me empezó a ir pésimo y no estaba acostumbrado a eso. Entonces, la Universidad de Santiago te enseña a perseverar, a ponerle el hombro y a estudiar de lunes a lunes para llegar a los logros que uno quiere”, dice.

Por otra parte, también destaca la idea de “autoaprendizaje”, en el sentido de “no esperar a que alguien te enseñe, sino tomar el toro por las astas y comenzar a hacer las cosas hacia donde uno quiere llevarlas”.

Junto a ello, recalca el pluralismo presente dentro de la Universidad, donde “se mezcla gente de todo Chile, de todas las condiciones sociales. Al final tenías diferentes visiones de lo que es Chile en rigor. Eso súper interesante”.


Camino al emprendimiento

Su paso por la Universidad, además de adquirir una serie de herramientas claves o conocer a sus grandes amigos, también le permitió generar sus primeros emprendimientos.

Recuerda que uno de los momentos que más lo marcó en esta Casa de Estudios fue su participación dentro de un seminario a cargo de Fernando Flores, donde abordó aspectos sobre el emprendimiento y “lo que era posible”.

“Esa fue una de las grandes cosas que me pasaron en la U. de Santiago. Haber pasado por ese seminario y ser expuesto a esa forma de mirar el mundo. Que al final tenía que ver con que era posible hacer emprendimientos desde Chile, ser empresario. Yo creo que la charla fue gatillante y la formación también tiene que ver con esto: el no dejarse vencer”.

Su desarrollo laboral, que comenzó en los últimos años académicos, también lo impulsaron a emprender caminos propios, buscando mayores grados de libertad. Sobre todo, ante la ausencia de espacios de creatividad efectivos, la mayoría de las veces subsumidos entre rutinas y lógicas de trabajo rígidas, poco innovadoras.

“Trabajé para muchas empresas, acá en Chile, en México y en Estados Unidos.  Y te das cuenta que al final no había demasiado espacio para la creatividad en las grandes corporaciones o cuando uno es empleado”, sentencia.

Al ser consultado si fue difícil tomar la decisión de emprender, señala que ahí no radicó la dificultad, sino en continuar en un proyecto personal pese a las dificultades. “En esos momentos uno se cuestiona y dice: ¿La habré embarrado? ¿Debí haberme empleado en un banco?”

Sin embargo, su tenacidad dio frutos. Blue Company, el principal emprendimiento de Álvaro, se fundó hace 14 años, junto a su socio Paolo Colonnello, también egresado de la U. de Santiago. La empresa se ha focalizado en el desarrollo de tecnologías de comunicación digital, proporcionando servicios vinculados a estrategias digitales, diseño y desarrollo web, además de marketing digital.

 Sus orígenes se remontan a un emprendimiento anterior, surgido de su paso por Silicon Valley, donde pudo apreciar el auge y caída de la industria “Punto Com”. “Después de levantar un millón de dólares y haberlo gastado, fundamos Blue Company con la filosofía de hacer cosas valiosas para nuestros clientes, que fueran capaces de pagar por ellas y en base a eso que la empresa comenzara a crecer”.

Entre sus múltiples clientes y proyectos, se incluyen a empresas e instituciones tanto del mundo público, clientes corporativos y ONG’s. El SAG, Educación 2020 o BancoEstado, por ejemplo, han trabajo junto a la compañía.


De empresas de servicios a productoras de tecnologías

Álvaro también ha desarrollado un rol gremial durante su trayectoria profesional. Fue presidente de la Asociación de Empresas de Software de Chile y además socio fundador de la Asociación de Emprendedores de Chile.

A su juicio, participar en este tipo de iniciativas es fundamental, “ya que para que se genere una real industria tecnológica en Chile, lo que necesitamos es tener una masa de emprendedores, de gente que esté dispuesta a sacrificarse y generar empresas de tecnologías”. En este sentido, considera que será clave pasar de ser empresas proveedoras de servicios a productoras de tecnologías.

Como propuesta, estima pertinente “juntarse con la industria, conversar con más gente, poder influir en el Estado y en el gobierno para que te aplanen un poco el camino para poder generar una real Industria de tecnología en Chile, basada en Pyme. En rigor, son ellas las que producen tecnología. El resto, las grandes (empresas), lo que hacen es comprar software afuera y llevarse la plata para afuera”.

En tanto, sobre los múltiples desafíos en innovación, considera que debería existir un mayor vínculo entre la empresa y la academia y, adicionalmente, que se promuevan fuentes de financiamiento que sean capitales de riesgo “de verdad”.

Uno de los problemas, de acuerdo a su perspectiva, radica en que la mayoría de las personas que han generado riqueza en el país lo han hecho “en base a recursos naturales o son rentistas. Las grandes fortunas en Chile no están acostumbradas a arriesgar plata como en Estados Unidos”.

A su juicio, un millonario estadounidense invierte en universidades, generando conocimiento. “En cambio, el millonario chileno se lo pasa a la Iglesia o no la pone en riesgo. Prefiere comprar un campo para plantar árboles, donde sabe cuál es la rentabilidad”.

También considera que se deberían formar mayores empresarios tecnológicos: gente que esté dedicada, que esté pensando y armando una real industria de tecnología.

Finalmente y a modo de cierre, realiza un llamado a las nuevas generaciones a insertarse en el mundo del emprendimiento, ya que la etapa de juventud “es el mejor momento de la vida para hacerlo. No hay demasiadas responsabilidades y no hay demasiadas consecuencias. Se pueden equivocar y empezar de nuevo rápidamente. Ahí pueden echar a volar la creatividad y darle el palo al gato”.

“Mi llamado es a arriesgarse. Más allá de pegarse un costalazo, es como andar en patines: no va a pasar mucho más que eso”, concluye.

Emprendedores titulados en el Plantel compartieron sus casos de éxito con la comunidad universitaria

Emprendedores titulados en el Plantel compartieron sus casos de éxito con la comunidad universitaria

  • La actividad “De la idea a la acción: develando desafíos y experiencias de emprendedores”, organizada por la Fundación de Egresados y Amigos de la Corporación (Fudea) y la iniciativa Efecto Vikingo, quiere establecerse como un punto de intercambio entre  emprendedores e interesados en esta materia.

 




En el Salón Armando Quezada de la U. de Santiago de Chile se llevó a cabo el pasado 12 de mayo la charla “De la idea a la acción: develando desafíos y experiencias de emprendedores”,  iniciativa que congregó a estudiantes, académicos y egresados de la Casa de Estudios.

La actividad, organizada por la Fundación de Egresados y Amigos (Fudea) y Efecto Vikingo, buscó constituirse como un lugar de intercambio de experiencias entre emprendedores e interesados en la materia, que posibilitara un espacio de diálogo efectivo para generar redes de contacto.

De acuerdo a Daniel Zuloaga, Ingeniero Eléctrico de la Casa de Estudios y uno de los impulsores del ciclo de charlas, el énfasis de la actividad radicó en el uso de herramientas y tecnologías dentro de emprendimientos, en el sentido de ver “cómo aplican estas tecnologías y cómo han bajado sus costos de producción, pudiendo ser incorporadas en diversos desarrollos, que con ingenio y creatividad, pueden estar al alcance de todos”. 

Sello heavy metal

El primero en tomar la palabra fue José Tomás Karsulovic, quien detalló cómo desarrolló un exitoso sello discográfico internacional llamado “Risestar Music International”, centrado en el heavy metal. Todo esto, desde la pieza de su casa. “Partió como una experiencia de fin de semana y terminó siendo un emprendimiento serio que se consolidó como un negocio, que duró cerca de siete años”, afirmó.

El egresado del MBA desarrolló contactos con diversas bandas –como el reconocido grupo finlandés Stratovarius-, promotores y sellos. “Fue una muy buena experiencia. Desde el lado del fan, pasé de ver a los artistas alemanes, suecos, en afiches, a entrevistarlos y conocerlos”

El proyecto finalizó a fines del año 2007, a juicio de Karsulovic, debido a los cambios del formato de la industria musical. 

Como consejo a quienes deseen emprender, llamó a “tener una convicción real y jamás esperar una retribución a corto plazo. La idea es continuar, ser perseverante en el propósito hasta lograrlo y ser feliz”.

Tecnologías románticas 

La segunda charla estuvo a cargo de Freddy Faúndez, quien detalló el funcionamiento de un dispositivo aerodinámico para camiones que ha perfeccionado, pacientemente, desde el año 2007.

A juicio del expositor, existen dos tipos de tecnologías, asociadas, por un lado, a la simbiosis entre dos desarrollos en funcionamiento o, por otro lado, “pensar a la antigua, en la parte romántica, de crear cosas a la antigua”, que es donde él se posiciona. 

Tomando el ejemplo de la velocidad de desplazamiento de las aves a través de la geometría, las cuales lograban una alta velocidad con un gasto energético muy bajo, pensó en cómo replicar este proceso en los camiones. “Nació la idea el año 2007 de desarrollar un dispositivo aerodinámico para un camión” (…). Comencé a construir mi propio deflector en el patio de mi casa”, señaló.

Faúndez fue perfeccionando su modelo e ideado una solución que permitiera evitar que su deflector se doblara o resultara dañado en los trayectos que recorría en los camiones. 

El proceso fue largo, con diversos intentos fallidos, pero cada uno le proporcionó aprendizajes y pistas que posibilitaron desarrollar un prototipo definitivo, que contó con una asesoría de especialistas en rally -entre ellos Carlo de Gavardo-, quienes colaboraron en el diseño del sistema de suspensión.

Este análisis a fondo del funcionamiento, incluyó un estudio en microprocesadores, un rediseño del deflector y el uso de nuevas tecnologías, como una impresora 3D.  

“Rediseñé el deflector: más eficiente y más pequeño, que no se expusiera a las ramas y no chocara. Con un simple sensor, un controlador y un osciloscopio digital, se puede tomar medidas de la presión justo debajo del camión (…). Resultó ser una medida extremadamente eficiente para resolver el problema de la eficiencia aerodinámica de un camión, que es 97% más barato que la competencia y se demora 5 minutos”.

Como consejo a los asistentes, los exhortó a descubrir cuáles son sus reales intereses. De esta forma “nunca van a tener que trabajar”, en el sentido de asociar la rutina profesional a un escenario tedioso y monótono. 

Control del contenido 

La última exposición estuvo a cargo de Aldo Manetti, Diseñador Gráfico con experiencia en marketing y publicidad, quien se ha especializado en la generación de contenidos de realidad virtual. 

El profesional detalló el proceso que lo llevó a incorporar tecnologías interactivas dentro de sus desarrollos publicitarios, escenarios donde “el usuario pasa a tener control del contenido, no sólo es un espectador”. 

A su juicio, la penetración de contenidos asociados a esta tecnología ha sido exponencial, la que llegará a fines de 2016 a una inversión de 5 billones de dólares, con 55 millones de consumidores.

Puntualizó que el desarrollo de juegos de entretenimiento, iniciativas ligadas a la salud, o bienes raíces y desarrollos militares, serán las principales áreas de despegue del rubro, quedando la educación –se lamenta- como el último eslabón de la pirámide. 

Al definir la realidad virtual desde el usuario, señaló que ésta marca un precedente poderoso, ya que “es la primera vez que se logra posicionar al usuario en otro lugar. Tu cerebro se entrega y realmente te sientes en otro lugar”. 

Puertas abiertas 

La directora ejecutiva de Fudea, Ursula Schulz, dejó invitados a los asistentes a seguir participando en estas instancias de diálogo universitario, que fomentan el espíritu creativo e innovador de la comunidad U. de Santiago. 

“La invitación es que los podamos apoyar, a los que tienen ganas de emprender, los llamamos a atreverse. Y a los que ya tienen algún emprendimiento, si necesitan algún apoyo, las puertas de Fudea y de la Universidad siempre estarán abiertas para ustedes”, concluyó.

Centro Innovo se fija como meta internacionalizar sus empresas incubadas en un período de cinco años

Centro Innovo se fija como meta internacionalizar sus empresas incubadas en un período de cinco años

  • El 30 de noviembre, el Centro de Innovación y Transferencia Tecnológica, Innovo, celebra su décimo aniversario. Su director, el ingeniero Luis Lino, destaca que en esta década se ha ido consolidando como “generador y articulador de vínculos, de puentes, de conversaciones, hacia la empresa y el mercado en general, pero siempre con una mirada desde la transferencia de la ciencia hacia una aplicación tecnológica que, finalmente, se transformará en innovación si es que logra penetrar en el mercado”.

 



El próximo 30 de noviembre, el Centro de Innovación y Transferencia Tecnológica, Innovo, de nuestra Casa de Estudios, celebra su décimo aniversario, y lo festejará con una serie de desafíos y actividades que buscan consolidar la gestión del Centro.

El director de Innovo, el ingeniero Luis Lino, destaca que en estos diez años el Centro se ha ido consolidando como “generador y articulador de vínculos, de puentes, de conversaciones, hacia la empresa y el mercado en general, pero siempre con una mirada desde la transferencia de la ciencia hacia una aplicación tecnológica que finalmente se transformará en innovación si es que logra penetrar en el mercado”.

Es por ello, explica el ingeniero Lino, que la decisión del actual rector del Plantel, Dr. Juan Manuel Zolezzi Cid, de llevar adelante el Centro “fue una apuesta, porque hace 10 años internamente tampoco había mucho conocimiento ni mucha experiencia. La Universidad siempre fue visionaria, pero en esta área había temor. Era muy poco visionario cómo practicábamos la vinculación”.

Dos años después de la creación del Innovo, en 2008, nace la incubadora de negocios del Centro, “una unidad específicamente dedicada a la innovación y el emprendimiento, de manera que desde ese momento se comienzan a integrar recursos para ir generando redes, conocer emprendedores, con actividades y programas anuales”, precisa Lino.

Cultura del emprendimiento

Las ideas o emprendimientos que se recibían en una primera etapa se enfocaron hacia los estudiantes de la Universidad, lo que posteriormente fue derivando hacia todo tipo de público. Actualmente de un total de 32 emprendimientos, el 85 por ciento de ellos son externos al Plantel.

En esa línea, Luis Lino advierte que no ha sido fácil difundir y desarrollar una cultura del emprendimiento y la innovación, tanto a los emprendedores como a los inversores.

“El desarrollo de esta cultura no es rápida, a veces es a largo plazo, por ejemplo, actualmente el emprendimiento más nombrado en el ecosistema nacional, Diagnochip, es incubado acá, pero ese negocio llegó hace cuatro años, es decir, necesitó varios años para posicionarse”, subraya Lino.

Diagnochip está dedicada a mejorar el acceso a la salud de poblaciones de escasos recursos que viven en zonas rurales o donde los recursos médicos son precarios o escasos, a través de kits para realizar antibiogramas rápidos en el punto de atención del paciente con infección urinaria.

Otro emprendimiento destacado es Frülz, primera empresa que ofrece al público arilos de granada envasados, negocio que también necesitó algunos años para ser reconocido en el mercado, recalca Lino.

Alianzas

Por otra parte, el director de Innovo enfatiza que en estos 10 años se han podido establecer alianzas con incubadoras de otras universidades del país.

“Las alianzas se crean porque no está el lucro relacionado directamente con los negocios. Entonces aunamos esfuerzos con la Universidad Austral de Valdivia y con la Universidad de La Frontera de Temuco”, puntualiza Lino, agregando que junto a estos planteles tomaron la decisión de “especializarnos como incubadoras de negocios tecnológicos, puntualmente en el área de las ciencias de la ingeniería, de las ciencias de los alimentos, biotecnología y ciencias de la salud, que, por lo demás, están dentro de las más fuertes de nuestra Universidad”.

Asimismo, Lino enfatiza que el trabajo del Centro se complementa con la Dirección de Gestión Tecnológica (DGT) de la Vicerrectoría de Investigación Desarrollo e Innovación de nuestra Casa de Estudios, con el fin de aumentar la participación de los estudiantes.

“De ahí nace el U. de Santiago Emprende, que es un programa de ambas unidades, que busca incentivar a los estudiantes a emprender y se compone de talleres de orientación, seminarios, concursos, premiaciones y apoyo directo a la innovación y a la gestión del emprendimiento en negocios científicos y tecnológicos”, detalla Lino.

El director de Innovo precisa que “tenemos un ingreso proyectado de unos 15 incubados al año, pero algunos caducan, superan los 4 años que dura el convenio o el mercado deja de reaccionar a su propuesta, por lo que egresan unos 10”.

Al respecto, sostiene Lino, que “con el concurso From Lab to Market III, que se inició el pasado 19 de mayo y finaliza el próximo 12 de julio, van a ingresar 10 nuevos incubados de base científico tecnológica. Esperamos ver muchos participantes, porque en este concurso se puede optar a 60 millones de pesos”.

Desafíos

El director de Innovo aclara que el Centro se ha planteado desafíos tanto internos como externos. Al interior del Plantel espera aumentar la cartera de incubados tanto con estudiantes como con ex estudiantes.

“Y entre los desafíos externos el más importante es aumentar las ventas de nuestros incubados, que en realidad es un desafío que es parte de la incubadora”, indica Lino, y acota que como Centro se han fijado una meta.

“De aquí a unos 5 años más, cuando celebremos el decimoquinto aniversario, nos hemos planteado ser una incubadora con puentes internacionales y que ya hayamos cementado el camino y articulado relaciones internacionales que catapulten a nuestros incubados hacia mercados más grandes, más globales”, acentúa.

Y añade que “la idea es empezar a mostrar la calidad de nuestros proyectos y empezar a generar una demostración continua de nuestros proyectos a esas redes internacionales”.

Actualmente el Innovo mantiene convenios con incubadoras de universidades de Uruguay y Perú e inició conversaciones con planteles de Brasil. Según explica el ingeniero Lino, “uno de nuestros objetivos es que en los próximos cinco años deberíamos tener un puente mucho más extenso hacia el mercado asiático”.

Aniversario

Finalmente, el ingeniero Luis Lino enfatiza que el décimo cumpleaños del Innovo, “lo vamos a celebrar haciendo cosas. Para ello realizaremos otros dos seminarios, que se suman al de mayo pasado. El primero tendrá el fin de reunir redes de inversionistas para que expongan qué falta para movilizar mayor cantidad de dinero, esencial para que funcionen los emprendimientos, mientras que el segundo coincide con el aniversario y, por tanto, continuar posicionando el mes de noviembre como el mes del emprendimiento”.

 

UNIE estimula la innovación educativa entre los profesores de esta Corporación

UNIE estimula la innovación educativa entre los profesores de esta Corporación

  • Un total de 115 nuevos profesores del Plantel concluyeron exitosamente uno de los dos diplomados que ofrece la Vicerrectoría Académica: Investigación e Innovación en Docencia Universitaria, y Docencia Universitaria.

 





Los diplomados son coordinados por la Unidad de Innovación Educativa (UNIE), de la Vicerrectoría Académica, dirigida a los profesores que desean realizar una reflexión crítica sobre su labor y, posteriormente, innovar en estrategias educativas que faciliten el aprendizaje de sus estudiantes.

En esta oportunidad fueron 115 los profesionales que dedicaron esfuerzos para concluir satisfactoriamente uno de los dos que se programaron: Investigación e Innovación en Docencia Universitaria, y Docencia Universitaria.

Modelo educativo

La vicerrectora académica del Plantel, Dra. Patricia Pallavicini Magnere, explicó que el propósito de los diplomados se encuentra dentro del contexto general del modelo educativo, el que busca poder entregar herramientas para el fortalecimiento de la docencia entre los profesores de la Universidad.

Agregó que los programas permiten a los educadores poder trabajar conjuntamente, incentivar un espacio de reflexión sobre la propia práctica docente y en relación a la forma en que pueden desarrollar su trabajo con los estudiantes.

La reflexión conjunta aporta visiones distintas para evaluar cómo se lleva el proceso enseñanza-aprendizaje y poder encontrar las formas para mejorar el cómo se desarrolla la docencia.

Expresó la vicerrectora que se trata de un trabajo más cooperativo, porque los profesores comienzan a conocer a educadores de unidades académicas diferentes y que tienen estudiantes con otras características, nutriéndose de esa diversidad de experiencia.

“Permiten tejer una red que va mucho más allá de lo que es exclusivamente los propósitos netos del tema de la formación y el aprendizaje”, especificó.

Apoyo a los profesores

La directora de la Unidad de Innovación Educativa, UNIE, Dra. Lucía Valencia Castañeda, puntualizó que la unidad que dirige “apunta a que los profesores miremos el trabajo que estamos haciendo, a cómo estamos enseñando, a que tengamos una perspectiva más crítica de nuestra labor, y que nos centremos en el foco principal que es que nuestros estudiantes aprendan para ser los funcionales que esperamos”.

“A veces, esa perspectiva se nos pierde en el camino, y estamos demasiado centrados en nosotros mismos o en que somos los expertos, o que somos lo que sabemos, y nos olvidamos que el trabajo que tenemos es para formar personas y profesionales”, precisó.

Recalcó que el objetivo de los programas es “apoyar, ayudar a los académicos en esa reflexión y también es dar contexto. Hacer clases en la Universidad hoy no es lo mismo que hace unos años, nuestros estudiantes son más complejos”.

“Tenemos una política de inclusión en la Universidad y, muchas veces, debemos hacernos cargo de las falencias que traen nuestros estudiantes de la formación secundaria, no solo académica. Por tanto, cada vez se nos exige más”, puntualizó.

 “No basta con saber mucho de historia ni de ingeniería, hoy día tenemos que tener una comprensión más compleja y más integrada del estudiantado, y a eso es a lo que este diplomado propende”, explicó.

Finalmente, a nombre de los graduados, el Dr. Alcides Quispe Sanca, del Departamento de ingeniería en informática, agradeció la posibilidad de acceder a estos diplomados, los que contribuirán al desempeño de cada uno de los asistentes. “La tarea que viene es materializar los contenidos en acciones concretas en las clases. Ser investigador no es sencillo y el diplomado permitirá que lo hagamos mejor”, expresó. 

 

UNIE estimula la innovación educativa entre los profesores de esta Corporación

UNIE estimula la innovación educativa entre los profesores de esta Corporación

  • Un total de 115 nuevos profesores del Plantel concluyeron exitosamente uno de los dos diplomados que ofrece la Vicerrectoría Académica: Investigación e Innovación en Docencia Universitaria, y Docencia Universitaria.

 





Los diplomados son coordinados por la Unidad de Innovación Educativa (UNIE), de la Vicerrectoría Académica, dirigida a los profesores que desean realizar una reflexión crítica sobre su labor y, posteriormente, innovar en estrategias educativas que faciliten el aprendizaje de sus estudiantes.

En esta oportunidad fueron 115 los profesionales que dedicaron esfuerzos para concluir satisfactoriamente uno de los dos que se programaron: Investigación e Innovación en Docencia Universitaria, y Docencia Universitaria.

Modelo educativo

La vicerrectora académica del Plantel, Dra. Patricia Pallavicini Magnere, explicó que el propósito de los diplomados se encuentra dentro del contexto general del modelo educativo, el que busca poder entregar herramientas para el fortalecimiento de la docencia entre los profesores de la Universidad.

Agregó que los programas permiten a los educadores poder trabajar conjuntamente, incentivar un espacio de reflexión sobre la propia práctica docente y en relación a la forma en que pueden desarrollar su trabajo con los estudiantes.

La reflexión conjunta aporta visiones distintas para evaluar cómo se lleva el proceso enseñanza-aprendizaje y poder encontrar las formas para mejorar el cómo se desarrolla la docencia.

Expresó la vicerrectora que se trata de un trabajo más cooperativo, porque los profesores comienzan a conocer a educadores de unidades académicas diferentes y que tienen estudiantes con otras características, nutriéndose de esa diversidad de experiencia.

“Permiten tejer una red que va mucho más allá de lo que es exclusivamente los propósitos netos del tema de la formación y el aprendizaje”, especificó.

Apoyo a los profesores

La directora de la Unidad de Innovación Educativa, UNIE, Dra. Lucía Valencia Castañeda, puntualizó que la unidad que dirige “apunta a que los profesores miremos el trabajo que estamos haciendo, a cómo estamos enseñando, a que tengamos una perspectiva más crítica de nuestra labor, y que nos centremos en el foco principal que es que nuestros estudiantes aprendan para ser los funcionales que esperamos”.

“A veces, esa perspectiva se nos pierde en el camino, y estamos demasiado centrados en nosotros mismos o en que somos los expertos, o que somos lo que sabemos, y nos olvidamos que el trabajo que tenemos es para formar personas y profesionales”, precisó.

Recalcó que el objetivo de los programas es “apoyar, ayudar a los académicos en esa reflexión y también es dar contexto. Hacer clases en la Universidad hoy no es lo mismo que hace unos años, nuestros estudiantes son más complejos”.

“Tenemos una política de inclusión en la Universidad y, muchas veces, debemos hacernos cargo de las falencias que traen nuestros estudiantes de la formación secundaria, no solo académica. Por tanto, cada vez se nos exige más”, puntualizó.

 “No basta con saber mucho de historia ni de ingeniería, hoy día tenemos que tener una comprensión más compleja y más integrada del estudiantado, y a eso es a lo que este diplomado propende”, explicó.

Finalmente, a nombre de los graduados, el Dr. Alcides Quispe Sanca, del Departamento de ingeniería en informática, agradeció la posibilidad de acceder a estos diplomados, los que contribuirán al desempeño de cada uno de los asistentes. “La tarea que viene es materializar los contenidos en acciones concretas en las clases. Ser investigador no es sencillo y el diplomado permitirá que lo hagamos mejor”, expresó. 

 

Con seminario de emprendimiento tecnológico Innovo inicia programa de celebración de su X aniversario

Con seminario de emprendimiento tecnológico Innovo inicia programa de celebración de su X aniversario

  • El director de Innovo de nuestro Plantel, Luis Lino, expresó que los emprendimientos que impulsa este Centro no solo son grandes ideas para Chile, sino que se proyectan hacia todo el mundo. 

 




En el marco de su décimo aniversario, el Centro de Innovación y Transferencia Tecnológica, Innovo, de nuestra Universidad, organizó el seminario "Emprendimiento tecnológico en Chile", donde se consideraron temáticas relativas a las actuales tendencias del emprendimiento científico y tecnológico en nuestro país.

El director del Centro Innovo, Luis Lino, explicó que uno de los objetivos de esta actividad fue “demostrar que tanto la Universidad de Santiago, como los otros planteles invitados -Universidad Austral, de Valdivia, y de la Frontera, de Temuco-, son instituciones serias, grandes y comprometidas, se están dedicando a apoyar negocios de base científico tecnológica, algo que no es fácil, ni rápido, ni cortoplacista, y es muy intenso en inversión”.

Incubadoras de empresas

Cabe consignar que los planteles mencionados crearon las incubadoras de empresas u organizaciones destinadas a asegurar el éxito de proyectos de emprendimiento. Estas son Incubatec, de la Universidad de la Frontera; Austral Incuba, de la Universidad Austral, e Incuba Innovo, de nuestra Casa de Estudios.

Agregó que, además, “queremos demostrar con los mismos desarrollos de los proyectos que fueron expuestos en este seminario, que no solo son grandes ideas para Chile, sino que para el mundo”.

“También queríamos explicar que necesitamos cierta coherencia en los fondos, en los plazos, como lo expresaron los dirigentes de las incubadoras, es decir, que a veces sometemos a un rigor muy tradicional un emprendimiento que lo que menos tiene es tradicional”, puntualizó.

Escasez de emprendedores

Especificó que “nuestra invitación es a que sigamos conversando y podamos enfocar aún más la política pública hacia un apoyo concreto y directo en este tipo de negocios. Estamos convencidos, como Innovo, que vamos a cambiar el PIB nacional, que es algo que se viene arrastrando desde hace años y no somos capaces de hacerlo”.

El director de Innovo explicó que las instituciones están, pero que en el país aún son pocos los emprendedores: “Faltan, y no solo en Santiago, en regiones también. En esta oportunidad vimos incubadoras del sur del país pero para un próximo seminario traeremos incubadoras del norte porque estoy convencido que apoyar este tipo de emprendimientos puede funcionar y se puede hacer en Chile”.

Acotó que “se necesita gente que sea capaz de transformarse, de salir de ese empleo cómodo y que empiece a atreverse a transformar su realidad, y por tanto, transformar nuestro país y, por supuesto, transformar el mundo, aumentando la calidad de vida de sus habitantes”.

Décimo aniversario de Innovo

Respecto a las actividades por el nuevo aniversario, Luis Lino adelantó que “para seguir celebrando nuestros 10 años de existencia como Centro de innovación y emprendimiento de la Universidad de Santiago, tenemos varias actividades en el año, que se cierran en noviembre, que es nuestro mes de aniversario”.

“Realizaremos otro seminario donde vamos a conversar del eslabón que hoy se vio que es el más lento, y el que más necesitamos que es la inversión. Queremos discutir si hay inversión, quiénes son aquellos que invierten, y ver qué se requiere”, explicó.

Añadió que “también tenemos a los largo del año una serie de talleres para emprendedores, que siempre son abiertos, y cerraremos con un último seminario en noviembre, junto con la celebración de nuestro nuevo aniversario”.

Relación con la Corporación de Fomento

La jornada fue inaugurada por la coordinadora de la subgerencia de ecosistema de emprendimiento de Corfo, Maricarmen Torres Fuentealba, institución pública que, entre otras cosas, se encarga de financiar las incubadoras y los emprendimientos más atractivos.

“Cuando las economías regionales están decaídas uno de los roles más preponderantes es el emprendimiento y la innovación. Ellos son los caminos sobre los cuales deberíamos trabajar de forma de ir dinamizando las regiones y a nivel nacional”, señaló Torres.

Agregó que “hace diez años, cuando nace Innovo, hablar de emprendedores, y más aún, de emprendimiento tecnológico era muy extraño. El desafío en esa época era encontrar emprendedores que se atrevieran a desarrollar distintas soluciones y que pudiesen ser apoyados por algún subsidio o fondo privado”.

Maricarmen Torres explicó que desde aquella época se ha avanzado y que el actual desafío en lo que a emprendimiento tecnológico se refiere, es acelerar el proceso de desarrollo y llegar a los mercados más rápidamente. Ello, porque hoy existe una masa crítica, y que por tanto, la gente está en conocimiento de qué se puede emprender o cuáles son los apoyos que otorga Corfo.

Agregó que está al tanto que para Innovo no ha sido un camino fácil, “sobre todo incorporar el tema del emprendimiento en los jóvenes estudiantes y que piensen que no necesariamente tienen que trabajar en una gran empresa una vez que dejen la Universidad, sino que también pueden hacer su propio camino emprendiendo”.

Expositores

En el encuentro participaron los gerentes de las incubadoras de negocios tecnológicos nacionales, Gerardo Lagos, de Incubatec; Macarena Sáez, de Austral Incuba; y Verónica Céspedes, de Incuba Innovo.

Además, expusieron los fundadores de emprendimientos tecnológicos exitosos, incubado por las tres instituciones antes mencionadas: Ricardo Navarro, de la firma Toc, financiada por Incubatec; Luis Gringas, creador de Roma, empresa apoyada por Innovo; Ignacio Donoso, uno de los dueños de Frülz, compañía financiada por Autral Incuba; Marco Hazan, socio de Find-Box, emprendimiento apoyado por Innovo, y Mario Soto, fundador de Diagnochip, empresa impulsada por Innovo.

Departamento de Ingeniería Industrial convoca a versión local del concurso francés ‘48 horas para hacer vivir las ideas’

Departamento de Ingeniería Industrial convoca a versión local del concurso francés ‘48 horas para hacer vivir las ideas’

  • En el salón de actos del Departamento de Ingeniería Industrial fue presentado el concurso ‘48 horas para innovar’ que tiene como objetivo adecuar en nuestro Plantel el formato de la convocatoria ‘48 heures pour faire vivre des idées’ (’48 horas para hacer vivir las ideas’), nacido en Francia.

 





La iniciativa tiene 15 años de aplicación y desde 2010 se ha vuelto internacional al recibir propuestas creativas de casas de estudios superiores de Europa, Sudamérica, África y Asia, todas destinadas a solucionar problemas que presentan empresas francesas.

El responsable del concurso, profesor de Ingeniería Industrial y encargado del Laboratorio de Emprendimiento, Daniel Gálvez, explicó que, “si bien a los estudiantes les gusta trabajar con empresas francesas, se sentían un poco alejados de las problemáticas. Entonces, nos pidieron que lo hiciéramos con empresas chilenas”.

Tras esa finalidad, se tomó contacto con Starken, entidad que trabaja con la empresa de transportes de pasajeros y carga que cubre casi todo el país: Tur Bus.

Así, en ‘48 horas para innovar’, y a través del uso de aplicaciones, se buscarán soluciones destinadas a mejorar su servicio de distribución, almacenaje y logística, “sobre todo, dirigidas a mejorar el tiempo que se produce desde que la persona decide enviar algo hasta que ese envío realmente llega”, expresó el docente.

El concurso se realizará el jueves 2 y viernes 3 de junio y congregará, principalmente, a estudiantes de ingeniería industrial de nuestra universidad, aunque se encuentra abierto a todos los estudiantes de la institución, tanto de pregrado como de postgrado.

Desarrollo: jueves 2 y viernes 3 de junio

Las actividades del primer día comenzarán a las 14.00 horas, con la presentación del programa y las problemáticas. Enseguida, de 15.00 a 18.00 horas, se procederá al desarrollo de soluciones en una amplia sesión de creatividad.

El viernes, en cambio, el encuentro se iniciará a las 9:00 horas, donde los grupos -con un máximo de cinco participantes- deberán elegir la idea que estimen más apropiada para atender la necesidad de la empresa.

Durante esta jornada, los estudiantes diseñarán una presentación y la expondrán durante cinco minutos a un jurado especializado.

Esos expertos determinarán el primer y segundo lugar de la competencia, quienes se repartirán el premio de un millón de pesos.

Ante ello, los organizadores realizarán un informe con las ideas ganadoras y las que le siguen en ubicación, para que la empresa Tur Bus decida cuál responde mejor a sus necesidades, incluyendo -tal vez- el unir dos iniciativas.

Ello, porque se estima que cada grupo entregará diez a doce ideas, “por lo que para nosotros es que desde este concurso salga la respuesta a la problemática presentada por la empresa de transporte de pasajeros y carga”, expresa el profesor Gálvez. 

Para inscribirse, los estudiantes deben ingresar al link https://goo.gl/El5bBM y llenar sus datos de manera individual. No obstante, los grupos pueden estar conformados antes de ingresar al concurso.

“Este es el primer paso. Queremos llegar a algo parecido a lo que ocurrió en Francia, abrirnos a la universidad, luego a Santiago y después a regiones para ir creciendo con esta actividad, para que se haga una práctica recurrente”, proyectó el organizador.

Durante el segundo semestre, se considera la realización de una actividad con objetivos similares, pero con una duración de dos meses.

Convenio de colaboración

La versión interna del ‘48 horas para hacer vivir las ideas’ es una de las actividades que comprende el convenio de colaboración entre el Departamento de Ingeniería Industrial y Starken, el cual fue suscrito durante la misma jornada en que se lanzó la actividad.

El documento formaliza el vínculo estratégico para que los estudiantes de nuestra universidad puedan realizar sus prácticas profesionales en la empresa, a la vez que miembros de esta última puedan perfeccionarse en nuestro plantel.

El Director del Departamento de Ingeniería Industrial, Juan Sepúlveda, destacó que “la industria del transporte y la logística son áreas muy cercanas a los problemas que se abordan en la ingeniería industrial. En muchos de estos problemas, podemos poner a disposición de la empresa todo nuestro conocimiento, tecnología y software para el mejoramiento de sus operaciones”.

A su vez, el gerente general de la división Carga de Tur Bus, José Medina, subrayó que “Starken es una empresa líder en lo que hace y lo hace bien. En este tipo de industria, de lo que se trata es de llegar más rápido de A hasta B y, para eso, no hay otra manera que no sea con tecnología e innovación. Las mentes ingenieriles son las mejores para resolver esto”.

Finalmente, el secretario general del Centro de Estudiantes de Ingeniería Industrial, Braulio Vera, calificó como “bastante positiva” la formalización de esta alianza. “El departamento debe ampliar su mirada y qué mejor que hacerlo con una empresa que se encuentra a metros de nuestra casa de estudios”, expresó.

El concurso francés nació específicamente en la Ecole Nationale Supérieure en Génie des Système et de l’innovation (Escuela Nacional Superior de Ingeniería de Sistemas y de la Innovación).

El evento se desarrolla durante dos días consecutivos y cada equipo de trabajo busca dar soluciones a problemáticas planteadas por empresas, para mejorar así sus servicios o productos desde la perspectiva de la innovación.

Para conocer más sobre el evento, ingresar a http://www.48h-innovation-maker.com/

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