Avanza validación de ventilador mecánico Resiliencia, proyecto escogido por Corfo para apoyar su producción

Este ventilador está diseñado para dar solución a problemas como la escasez de personal médico, el elevado consumo de oxígeno dentro de la red hospitalaria y responder automáticamente a las necesidades de los pacientes afectados por Coronavirus para evitar daños pulmonares por exceso y falta de presión.

El ventilador mecánico VR Resiliencia, desarrollado por ingenieros del Centro para el Desarrollo de la Nanociencia y la Nanotecnología (Cedenna), y médicos de la Dirección de Postítulos y Postgrados de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Santiago (Usach), fue escogido por Corfo entre los proyectos que recibirán apoyo para escalar su producción.
“Es un reconocimiento al esfuerzo de este equipo multidisciplinario de físicos, ingenieros y médicos que trabajó en la creación de un dispositivo con características únicas para el tratamiento de pacientes con COVID-19”, señaló la Dra. Dora Altbir, directora de Cedenna.
El desarrollo del VM Resiliencia “ha considerado todas las necesidades para una correcta terapia de pacientes con COVID-19”,  comentó el doctor Pedro Chaná, de la Dirección de Postítulos y Postgrado de Ciencias Médicas en la Usach.
Explicó que el dispositivo utiliza un sistema sofisticado de sensores y válvulas, distinto, por ejemplo, de los modelos tipo Ambu. Esto, porque el ventilador de emergencia diseñado por el MIT (con base en tecnología Ambu) está orientado a una ventilación de soporte inicial y no a una prolongada, tal como requieren los pacientes de COVID.
Ventajas específicas
Omar Daud, doctor en ingeniería mecatrónica e investigador del Cedenna destacó que en el caso del sistema “Ambu”: “las propiedades elásticas cambian constantemente con el uso y, por ende, el flujo de aire se hace cada vez más difícil de controlar correctamente.  Esta situación podría volverse catastrófica en el uso prolongado sin un sofisticadísimo control. Por esto y otras consideraciones, se decidió hacer un prototipo de ventilador con un arreglo de válvulas y sensores que utiliza la red de gases de los hospitales”. 
Otra ventaja del prototipo VM Resiliencia es su consumo de oxígeno, que es más eficiente que el de los que funcionan con turbinas. “Este dato es importante debido a que la gran cantidad de personas en ventilación ha llevado a un consumo inusitado de oxígeno, estresando la red de gases de los hospitales. En este sentido VM Resiliencia utiliza sólo el oxígeno que el paciente requiere”, alertó el ingeniero y doctor en Física del Cedenna, Álvaro Espejo.
La falta de profesionales de la salud marcó un nuevo desafío al equipo interdisciplinario de Cedenna, quienes automatizaron algunas funciones del ventilador, permitiendo que un solo médico pueda manejar más ventiladores a la vez. 
“En estos últimos días, la falta de profesionales de la salud se ha tornado un problema crítico. El prototipo VM Resiliencia es computarizado con un panel de control integrado con pantalla táctil y cuanta con una  interfaz de usuario amigable e intuitiva, para que el personal de la salud pueda manejarlo de manera sencilla”, agregó el Dr. Gabriel de la Fuente, médico de la Dirección de Postgrado de la Usach, con amplia experiencia en el tratamiento de pacientes críticos.
El ventilador mecánico Resiliencia emplea el modo de ventilación PRVC, el cual es recomendado para el tratamiento de pacientes críticos por COVID, ya que disminuye la posibilidad de la generación de barotraumas.
El doctor De la Fuente, comentó que “el VM Resiliencia es un salto tecnológico importante para la salud de nuestro país. Su sistema computarizado de válvulas permite el mismo control digital que un equipo comercial; presenta ventajas y es más confiable que el sistema basado en bolsa de respirador manual tipo Ambu. En las pruebas que hemos hecho ha funcionado perfectamente para las necesidades que tienen los pacientes de COVID-19”.
El dispositivo fue fabricado para funcionar ininterrumpidamente por semanas. Esto es muy importante en el tratamiento de pacientes con Coronavirus, porque la experiencia internacional acumulada señala que en algunos casos los enfermos pueden permanecer hasta tres semanas conectados al respirador.
VM Resiliencia ya superó diversas pruebas de manera exitosa, fue presentado a los asesores del Ministerio de Salud y se hicieron pruebas clínicas en el Hospital Félix Bulnes.
Los próximos pasos son completar las fases de validación definidas por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación para que pueda entrar a fase de producción a escala.
El costo de este ventilador mecánico se estima en cerca de 7 veces menos que los dispositivos que se han importado y los insumos con que se fabricó el VM Resiliencia se encuentran en el mercado local.

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