Ha pasado más de una semana desde que el Dr. Julio González Candia asumió como director del Programa de Bachillerato en Ciencias y Humanidades, dependiente de la Vicerrectoría Académica de la Universidad de Santiago. Dice que ha sido poco tiempo, pero intenso. Conocer el funcionamiento de la unidad, especialmente de las personas que la integran, enfocarse en varias contingencias y preparar la bienvenida para el nuevo estudiantado (este año entraron 197 personas), son algunas de las actividades que lo tienen ocupado por estos días.
El exdecano de la Facultad Tecnológica, comenzó su vínculo con el plantel en 1989, cuando cursó la carrera de Técnico Universitario en Administración de Personal en la otrora Escuela Tecnológica (actual Facultad Tecnológica). Luego se titularía de Administrador de Industrias en nuestra Casa de Estudios en 1996.
Cuenta con un Magíster en Educación mención Currículum y Comunidad Educativa, de la Universidad de Chile; y es Doctor en Procesos Sociales y Políticos en América Latina, de la Universidad Arcis. En 1996 ingresa como profesor por hora de clase y en 2004 pasa a ser académico de jornada del Departamento de Tecnologías de Gestión, de la Facultad Tecnológica, unidad mayor en la que ha ocupado diversos puestos administrativos: decano, vicedecano de Docencia, director de depto., jefe de carrera, director de Postgrado de su unidad de origen, están entre los principales roles que le ha correspondido ejercer en esta casa de estudios.
Pese a la vorágine y las responsabilidades, el director Julio González hace un paréntesis en su apretada agenda para hablar con Usach Al Día sobre su nuevo rol con la disposición y amabilidad que lo caracteriza.
-Director, ¿cómo han sido estos primeros días en el cargo?
Un poco intenso, pero gratificantes. Estoy muy contento y honrado por este nombramiento. He recibido el apoyo del rector Dr. Rodrigo Vidal, de la vicerrectora Académica, Dra. Leonora Mendoza, también de mis excolegas decanas y decanos, integrantes del gobierno central y, algo muy relevante para este cometido, también de la comunidad que integra el Programa de Bachillerato.
-¿Cómo recibió el nombramiento de Director del Programa de Bachillerato?
Primero, lo sentí como un voto de confianza por mi trayectoria académica y experiencia en puestos de jefatura. Igualmente, me sentí muy honrado que volvieran a pensar que soy una persona idónea para liderar procesos y una comunidad, en este caso para el Programa de Bachillerato.
-¿Cuáles considera que son los principales desafíos que enfrenta en este cargo?
El principal desafío es fortalecer y proyectar el Programa de Bachillerato. Los retos personales, profesionales como para esta unidad, están vinculados. Las mejores universidades del mundo y de nuestro país, tienen programas similares. Nosotros contamos con estudiantes que llegan con muy buenos puntajes, llenos de expectativas y anhelos, que entran a Bachillerato porque no les alcanzó el puntaje para estudiar algunas de las carreras con mayor demanda, y consideran que acá tienen una alternativa viable para acceder a la oferta formativa de la Universidad. También debemos pensar que hay una parte importante que ingresan por temas vocacionales.
En ese sentido, debemos ser una instancia efectiva para orientar e inducir a ese estudiantado que duda al momento de elegir qué carrera seguir, puesto que en la Universidad de Santiago tenemos una oferta académica espectacular, a las que podrán acceder tras cumplir los dos años que se requieren para obtener el grado de Bachiller en Ciencias y Humanidades.
-Por último, ¿qué sello le gustaría imprimir en este cargo?
Primero, y se lo he transmitido a cada funcionaria y funcionario en estos días, es orientarnos a las y los estudiantes. Que todo lo que hagamos sea pensando en la formación de ellas y ellos. Quizá parece obvio, pero eso tiene una gran implicancia para todo nuestro quehacer.
En segundo lugar, la excelencia. Somos una universidad acreditada por siete años, una de las cinco universidades por esa cantidad de años en Chile, por ello, nuestro foco siempre debe ser realizar nuestro quehacer con altos niveles de excelencia y con foco en lo académico.