Sala Cuna y Jardín infantil Usach: medio siglo al servicio de nuestra comunidad universitaria

Creada bajo el proceso de Universidad Reformada liderada por el rector Enrique Kirberg, la Unidad se ha caracterizado por su entrega vocacional y compromiso con las familias de nuestra comunidad universitaria.

Cincuenta años de vida celebró la Sala Cuna y Jardín Infantil Usach Michelle Peña, entregando educación parvularia integral y de calidad a las niñas y niños de nuestra Corporación. Durante este medio siglo en actividad, se ha transformado en un factor determinante para que el funcionariado se desempeñe sin sobresaltos en el Campus.
Creado en 1973, bajo el rectorado de Enrique Kirberg Baltiansky, el estamento pre-escolar ha sido testigo por décadas de las experiencias y aprendizajes propios que incorporan al núcleo familiar, sus necesidades e intereses para la mejora de los ambientes, la protección y la formación de las y los infantes.
En palabras de Angélica Larraín Huerta, vicerrectora de Calidad de Vida Género, Equidad y Diversidad, estos 50 años de la Sala Cuna y Jardín Infantil, llegan para refrendar el compromiso que la Usach, a lo largo de su historia, ha asumido con su comunidad. “Ha sido muy relevante poder favorecer y entregar las bases y los medios necesarios para que nuestro funcionariado acceda a un servicio de calidad para sus hijas e hijos, lo que nos ha permitido tener una mirada más integral e inclusiva, haciéndonos parte de la corresponsabilidad junto a nuestra comunidad”, resaltó.
En este mismo aspecto, la vicerrectora felicitó al grupo humano que lleva adelante esta escuela de párvulos. “El trabajo de este equipo ha sido fundamental en las trayectorias de nuestras niñas y niños. Por esto, se hace relevante reconocer su labor, su vocación de servicio y excelencia profesional, destacando especialmente a su directora, a las tías del jardín, las personas encargadas de la alimentación, aseo y a todas y todos quienes colaboran en esta gran tarea”, expresó.
Macarena Carrasco Garrido, jefa del Departamento de Bienestar del Personal, se refirió a las diferentes actividades que se llevaron a cabo en este nuevo aniversario. “Fueron acciones temáticas, ocupamos diferentes espacios y recorrimos el Campus Universitario. Nuestro equipo técnico y profesional en conjunto con nuestras niñas y niños, fueron los protagonistas de la celebración, impregnados del sello que nos distingue, que es el compromiso con nuestra Institución y sociedad”, aseguró.
Actividades de celebración
María Isabel Pinto Llanquihuén, directora de la Sala Cuna y Jardín Infantil, destacó la trayectoria que ha forjado esta Unidad en la Universidad de Santiago de Chile. “Desde sus inicios, en 1973, hemos tenido la responsabilidad de otorgar atención y formación pedagógica a varias generaciones. Estas experiencias han sido enriquecedoras y exitosas, lo que es un desafío constante, debido a que las niñas y niños van cambiando sus intereses y su desarrollo evolutivo”, comentó.
Entre las acciones de celebración más relevantes, se pueden mencionar “Patio sonoro”, confección y creación con materiales en desuso, cuyo objetivo es que las y los infantes exploren y descubran los sonidos, colores y su relación de causa efecto. Otra iniciativa, correspondió a la obra de teatro “La leoncita golosa”, en la que se invitó a las familias a presenciar este espectáculo infantil creado por el personal de Sala Cuna y Jardín Infantil. Además, se disfrutó de un rico picnic saludable.
“Pasarela de leoncitos de la Usach”, dio la posibilidad de plasmar la creatividad a través de la confección de disfraces con materiales reciclados, para un gran desfile por los alrededores del Campus, concluyendo su recorrido en el pórtico de entrada a la Casa Central.
Finalmente, la Feria científica de la Facultad de Química y Biología, fue una excelente iniciativa de que incluyó a las niñas y niños del Jardín Infantil, para apreciar sus diversos experimentos.  
Del hogar al Jardín
Juan Avilés Zapata, analista del Departamento de Desarrollo de Personas de la Vicerrectoría de Finanzas y Logística Usach, ingresó al Jardín Infantil en 1988, previo paso por su Sala Cuna. “Mis mejores y más bellos recuerdos corresponden a las actividades lúdicas que realizaban las tías en celebración de alguna festividad importante o bien, alguna acción propia. Recuerdo con mucha alegría recorrer el Campus de aquel entonces con mis compañeros y compañeras en un tipo caravana, cada cual con disfraces y muy felices”, rememoró.
Avilés señaló que se le hace imposible olvidar el cariño y atención de las tías. De sus primeros pasos en el Jardín Usach, de sus iniciales pinturas y dibujos, la participación en actos y bailes, y también, las principales amistades de su niñez. Luego, vendría la etapa escolar, y al concluirla, la vida le tendría preparada otra sorpresa al quedar trabajando en la Usach. Después, en el año 2007, y ya siendo funcionario de nuestra Universidad, cursaría la carrera de Tecnólogo en Control Industrial en la Facultad Tecnológica.
“Hoy, con casi 38 años, entiendo que mi paso por el Jardín fue importante. Me permitió estar cerca de mi mamá y mi papá, quienes me acompañaron en mis actos y actividades. Su amor y cariño siempre estuvo muy presente (…) Mi paso por la Sala Cuna, el Jardín Infantil, como estudiante y hoy funcionario, me deja una sonrisa abundante, e inolvidables momentos que me han permitido conocer a la Usach desde las diferentes aristas que la componen. Mi cariño por la Universidad es enorme y trato de retribuirlo día a día a la misma comunidad”, manifestó con emoción.
Nicolás Gaona Reydet, es el encargado de Comunicaciones de la Facultad de Química y Biología de nuestra Universidad. Su hijo Andrés, de 9 años y su hija Fernanda de 3, han sido integrantes de la Sala Cuna y Jardín Infantil. “Tengo dos muy buenas experiencias. Lo primero que percibimos como familia, fue todo el cariño que las tías entregaban al momento de cuidar y enseñar lo que sea necesario para su formación”, declaró con entusiasmo.
El periodista se refirió al grato ambiente que existe en el Jardín Usach y destacó la dedicación que ofrecen las tías, y la empatía que tienen con las apoderadas y apoderados que son parte del funcionariado de nuestra Universidad. “La comunicación ha sido muy fluida, el nivel de aprendizaje ha sido muy relevante para cuando deben ingresan al colegio en los cursos de Pre-kinder y Kinder. Jamás hemos tenido un problema, por el contrario, ha sido una experiencia satisfactoria. Nos sentimos muy afortunados de contar con esta oportunidad para mi hija Fernanda y mi hijo Andrés”, finalizó.

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